SEÑOR DIRECTOR:
Los glaciares son fundamentales para la sustentación de la vida en el planeta. Estas reservas naturales proporcionan agua vital para nuestro consumo, la agricultura, la industria, la producción de energía y los ecosistemas lacustres y fluviales. Sin embargo, el cambio climático acelera su retroceso, afectando el equilibrio del ciclo hidrológico y aumentando la incertidumbre sobre el acceso al agua en el futuro.
Chile, que alberga el 80% de los glaciares de Sudamérica, lo que podemos catalogar como un patrimonio natural, es uno de los países más afectados por este proceso. El retroceso de glaciares plantea amenazas significativas para la disponibilidad de agua, especialmente en regiones que dependen del deshielo para su suministro. En regiones centrales, la disminución de lluvias y el aumento de las temperaturas están reduciendo considerablemente los caudales de ríos y los niveles de embalses. Adaptarse es fundamental para fortalecer la resiliencia frente a estos desafíos.
En este Día Mundial del Agua, es momento de renovar el compromiso con la protección de nuestros glaciares. Para Chile, integrar infraestructura tradicional y verde, respaldada por planes de adaptación climática, es esencial para garantizar la seguridad hídrica de las futuras décadas.
Hernán Alcayaga
Director de la Escuela de Obras Civiles UDP
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