Sombrío escenario para la libertad de prensa en la región
Es alarmante la proliferación de prácticas de amedrentamiento como asesinatos o forzar el exilio, reflejo de un debilitamiento de las bases democráticas. Si bien Chile sigue mostrando fortalezas, se han encendido también algunas luces de alerta.
Las conclusiones de la última asamblea general de la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP) han resultado desoladoras, al constar un “preocupante y franco retroceso” de la libertad de prensa en el continente americano, una tendencia que inquietantemente ha venido acentuándose en los últimos años. El informe constata el aumento de los asesinatos de periodistas, así como la intensificación de prácticas de persecución y criminalización judicial, que -dice la SIP- han desembocado en detenciones y exilios de integrantes de medios de comunicación.
Todas estas prácticas no son sino formas de intentar acallar la libertad de expresión, donde resulta alarmante que varias de estas sean promovidas o consentidas por los propios gobiernos, lo que a la larga es reflejo de un profundo debilitamiento de las bases democráticas.
El reporte constata en primer término que en los últimos seis meses se han registrado 25 asesinatos de periodistas, donde el país que encabeza el listado es México, con un total de 11 víctimas, haciendo ver que las autoridades no han logrado ser eficaces para contener este fenómeno. Es un hecho que la proliferación del crimen organizado representa hoy en día una de las mayores amenazas para el trabajo periodístico -y por cierto para el conjunto de la sociedad-, lo que hace indispensable que los gobiernos asuman una tarea mucho más efectiva que asegure las condiciones para que la prensa pueda ejercer su trabajo.
Se ha detectado asimismo que la persecución mediante intimidaciones y la criminalización judicial ha llevado a que 29 periodistas hayan debido partir al exilio, en tanto que 15 integrantes de medios de comunicación se encuentran encarcelados, en muchos casos en condiciones infrahumanas y por condenas dictadas sin las reglas de un debido proceso. No debe sorprender que regímenes que han devenido en dictaduras sean los que encabecen este tipo de prácticas. Allí se cuentan los casos de Nicaragua, Cuba y Venezuela.
Dentro de este contexto, Chile sigue figurando entre los países de la región que presentan mejores indicadores en cuanto a libertad de prensa, pero debe ser objeto de preocupación que en el índice de libertad de expresión y prensa que elabora la SIP, nuestro país sea uno de lo que registra una de las mayores caídas en el ránking. Si bien el país destaca por estar libre del control de medios y la ciudadanía cuenta con garantías para poder informarse y expresarse, su puntaje es menos óptimo en el ítem “violencia e impunidad”, destacándose en el informe el asesinato de una periodista en el barrio Meiggs. Es un recordatorio de que la libertad de prensa y de expresión son bienes que no se pueden dar por hecho, y que deben vigilarse constantemente.
El informe de la SIP hace presente además que existe preocupación por la decisión del actual gobierno de crear una comisión que contempla definir estándares sobre la regulación del sistema de medios. Al respecto, se hace presente que la Asociación Nacional de la Prensa declinó la invitación del gobierno a participar de dicha mesa, por estimar que no corresponde a estándares y prácticas internacionales que una cartera ministerial -en este caso la Segegob- lidere una iniciativa de este tipo, entidad que también hizo ver que existe el riesgo de que el informe que se evacue pueda ser utilizado para promover regulaciones que restrinjan la libertad de prensa.
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