Temas de verano
Por Tomás Casanegra, Ingeniero Civil PUC y MBA The Wharton School (@tomcasanegra)
Últimamente he estado tan desconectado de las noticias financieras que casi me da vergüenza escribir esta columna. Sin embargo, al recordar que usted lector es un inversionista de largo plazo y por lo mismo no va a salir a comprar o vender por lo que yo opine con respecto a lo que sea el tema de la semana, se me quita la vergüenza y escribo.
Con lo que sí me conecté estas semanas, aunque muchísimo menos que en veranos anteriores, fue con la pesca; fuente de lecciones para la vida en general y para las inversiones en particular.
Va mi recopilación actualizada de algunas de ellas:
- Matias, el mejor pescador del grupo de pesca solo arma su caña si ve actividad (truchas). Mientras tanto se toma un mate y nos hace bullying al resto. Los grandes pescadores, al igual que los grandes inversionistas solo actúan con trucha “a la vista”. No están en el negocio de “lancé por si pica” o “compré por si sube”.
- Las cosas interesantes de la vida, como la pesca o las inversiones, combinan habilidad y azar en cierta proporción que es un misterio. Los resultados aburridos por otro lado, como jugarle a Kaspárov una partida de ajedrez, o al mismo Kaspárov, al cara y sello, están determinados 100% por la habilidad en el primer caso y 100% por el azar el segundo. Por lo tanto, para saber si usted es buen pescador o buen inversionista (si su habilidad pesa más que la suerte), tendrá que pasar muchas temporadas pescando y años invirtiendo. No existe algo así como “el mejor pescador de la temporada” o “el mejor inversionista del año”. Paren de dar premios por eso.
- Pablo A, también del grupo de pesca tiene expresiones curiosas como “intento de pique” o “darle una tentadita”. La primera se refiere a ver la trucha aproximarse a la mosca y la segunda con recoger más rápido para que la trucha sienta que se le escapa la presa. Es que las truchas son más humanas de lo que usted cree, y al igual que los inversionistas, también mueren de FOMO (Fear Of Missing Out).
- Todo pescador ha tenido momentos excitantes en que da lo mismo lo que haga, algo va a salir. No importa donde lance, o la mosca que utilice, o si entra zapateando al agua, nada evita el pique. En la bolsa, a esos momentos se les llama bull market, período en que cualquiera que empezó a invertir hace menos de un año considera que es mejor inversionista que Buffett.
- El problema es que los períodos de abundancia no duran para siempre y después del toro viene el oso a espantar los peces. ¿Qué hacer ahí entonces? Usted puede mejorar el lance o cambiar la mosca, pero por sobre todo estar preparado para cuando vuelva el pique. Léase, estar invertido. Una sabia expresión country dice que para agarrar un pez hay que tener la línea en el agua (cosa que Pablo I, también del grupo, me corrige porque paso mucho tiempo con la mosca en el aire). Tampoco se deprima cuando todo se vea mal; un inversionista, que no recuerdo su nombre, dijo que cuando más plata se gana es en bear markets, lo que pasa es que sólo te das cuenta unos años después.
- Termino con una similitud entre asesores de pesca y asesores financieros identificada por Charlie Munger (no es coincidencia que Charlie sea un gran pescador también). Estaba Charlie buscando señuelos de pesca cuando encuentra uno inusualmente llamativo y le pregunta al vendedor: ¿usted realmente cree que una trucha va a picar con esto?, a lo que el vendedor le responde: yo no le vendo a truchas.
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