Todos culpables, menos yo

SEÑOR DIRECTOR:
Pasó un mes del apagón que expuso graves fallas en la gestión y coordinación del sistema eléctrico nacional. Tan preocupante como la oscuridad ha sido la opacidad con que se intentó explicar.
El Coordinador Eléctrico Nacional, encargado de asegurar la continuidad del sistema, eludió toda responsabilidad, culpando a terceros con argumentos técnicos fuera de lugar. Pero la realidad apunta a negligencia y abuso normativo: la línea fallida estaba sobrecargada más allá del límite que el propio Coordinador fijaba, y no había una reserva en giro adecuada, es decir, centrales disponibles para asumir la carga caída. Como un corredor de rally que parte sin rueda de repuesto.
Aunque fue advertido con dos horas de anticipación sobre fallas en una línea clave, el Coordinador no tomó medidas ni logró coordinar a las generadoras que esperaban instrucciones.
Sus autoridades siguen en sus cargos. En vez de activar el Plan de Contingencias Extremas -inoperante hace cinco años-, proponen cambios normativos que desvían la atención del problema y de la renuncia que ya debieron presentar.
El presidente del organismo presentó un informe que exculpa al Coordinador. Aunque se pidió una auditoría internacional, esta nunca se concretó.
Todo indica que el Coordinador está más enfocado en mantener sus altos ingresos -más de $23 millones mensuales- que en asumir responsabilidades. Incluso su director ejecutivo recibió un bono por “desempeño” a pocos días del apagón, totalizando ingresos por $77.533.662 en febrero.
Esto no es caza de brujas: es exigir responsabilidad a quienes ocupan cargos financiados por los consumidores.
Frank Sauerbaum
Diputado
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