TPP-11: Promoviendo la inclusión y recuperación en nuestra región
Hon Damien O’Connor es ministro de Comercio y Crecimiento de Exportaciones de Nueva Zelandia.
Desde su entrada en vigor hace casi dos años, el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, conocido como el CPTPP o el TPP-11, ha tenido un impacto real para Nueva Zelandia.
Por ejemplo, nuestras exportaciones de bienes hacia nuestros nuevos socios comerciales, Canadá, Japón y México, aumentaron cerca de un 2%, con un beneficio de 96 millones de dólares para nuestra economía. Este alto crecimiento de nuestras exportaciones continuó a pesar de la turbulencia del año 2020.
Como un país pequeño y geográficamente aislado, somos dependientes del comercio para hacer crecer nuestra economía, crear trabajos mejor pagados y sostener nuestro estándar de vida. Y somos una sociedad que está comprometida con asegurar que el comercio internacional apoye un desarrollo económico inclusivo y sostenible, capaz de entregar resultados para toda nuestra comunidad, incluyendo pequeñas y medianas empresas, a las mujeres, los pueblos indígenas y las personas de regiones menos pobladas.
El CPTPP se construye sobre la visión inicial de los Cuatro del Pacífico (P4) – Brunei, Chile, Nueva Zelandia y Singapur – para desarrollar un conjunto moderno de reglas capaces de mejorar el vínculo comercial, económico, ambiental y social entre un grupo diverso de socios, comprendiendo nuestro hogar compartido en el Pacífico.
Hemos tenido una expansión sustantiva en nuestro comercio con Japón bajo el CPTPP. Además, aumentar nuestros vínculos comerciales con Canadá y México a través del CPTPP ha creado un conjunto nuevo de oportunidades para diversificar nuestro rango de socios comerciales significativos. Ambas relaciones han visto un crecimiento real desde que el CPTPP entró en vigor. Con Canadá nuestras exportaciones de carne congelada aumentaron US$16 millones desde 2018 a la fecha. Con México, las exportaciones de mejillones, manzanas y, desde el inicio de 2020, equipamiento médico, han aumentado fuertemente.
Hoy el mundo está confrontando los impactos económicos, sociales y para la salud humana del Covid-19, y el CPTPP está probando su valor. El acuerdo ya ha ayudado a sus miembros a lidiar con problemas que surgen con la pandemia. Y provee una plataforma valiosa para que podamos hacer mucho más juntos para ayudar en la recuperación comercial y económica en nuestra región y para asegurar que los beneficios sean compartidos ampliamente a través de nuestras sociedades.
En las etapas iniciales de la pandemia, dos Estados parte del CPTPP, Nueva Zelandia y Singapur, fueron pioneros en una declaración conjunta asumiendo la tarea de mantener las cadenas de suministro abiertas y de remover las barreras comerciales a bienes esenciales en relación con la pandemia de Covid-19. Se nos unieron subsecuentemente varios países, incluido Chile. Iniciativas para apoyar estos objetivos ahora están siendo discutidos dentro de la APEC y la OMC.
Actualmente, los miembros del CPTPP se están enfocando en los pasos prácticos que podemos tomar en el marco del acuerdo para abordar problemas específicos que surgen de la pandemia. Estos incluyen identificar u trabajar con cadenas de suministro regionales que han sido afectadas negativamente por el Covid-19, así como encontrar maneras de hacer uso de la tecnología digital y los servicios para apoyar la recuperación económica y comercial, incluyendo la promoción de certificados digitales para facilitar el movimiento de bienes.
El CPTPP también apuntala una cooperación más cercana entre sus miembros en una variedad de otras áreas. Esto incluye la cooperación entre Canadá, Chile y Nueva Zelandia como miembros del “Grupo de Acción para el Comercio Inclusivo” (ITAG), que nació junto al CPTPP en marzo de 2018.
Desde entonces ITAG ha organizado una serie de grupos de trabajo para promover un entendimiento más completo de los objetivos de desarrollo sostenible, el empoderamiento económico de las mujeres, comercio indígena, agricultura y los problemas comerciales que enfrentan pequeñas y medianas empresas. En agosto de este año, el grupo concluyó y lanzó un Acuerdo Global de Comercio y Genero, que apunta a avanzar en un enfoque comercial más inclusivo, abordando las barreras que las mujeres enfrentan en el comercio. Le damos la bienvenida a otras economías que se unan a esta iniciativa.
Tanto la teoría económica como la experiencia nos dice que el comercio actúa para aumentar la productividad, el empleo y los salarios. En el caso de Nueva Zelandia, sabemos que el empleo crece entre un 7% y un 12% más rápido cuando nuestras firmas empiezan a exportar, y que la productividad por trabajador es un 36% más alta cuando esa persona trabaja en una empresa exportadora.
También sabemos de estudios internacionales que las firmas exportadoras pagan salarios más altos, hasta 6% más alto que sus pares que no exportan. En el caso de Nueva Zelandia, casi la misma cantidad de trabajos vinculados a la exportación se encuentran en nuestras ciudades más grandes como en nuestras regiones.
El CPTPP incorpora valores que son importantes para los neozelandeses, incluyendo fuertes objetivos sociales y ambientales, combinados en una agenda que llamamos “Comercio para Todos y Todas”. Veríamos un beneficio real en tener a un socio como Chile, que comparte estos intereses, ratificando también el acuerdo y acoplando su peso a nuestros esfuerzos colectivos para desarrollar todavía más la cooperación en estos asuntos dentro del CPTPP.
Dados los cercanos y duraderos lazos que tenemos con Chile, incluyendo nuestra experiencia compartida como miembros originales del P4, Nueva Zelandia estaría encantada de ver a Chile convirtiéndose en un miembro pleno del CPTPP. Al hacerlo, Chile aseguraría los beneficios que otorga el ser parte de este dinámico acuerdo regional, así como ser capaz de contribuir con su única y valiosa experiencia y perspectivas para moldear el futuro desarrollo del CPTPP, en apoyo de nuestros esfuerzos compartidos para alcanzar resultados más sostenibles e inclusivos para nuestras economías y sociedades.