Un golpe de timón



SEÑOR DIRECTOR:

Dejemos de dar cátedra, de anticipar justicia y soltemos el fenómeno post verdad.

Hemos abusado de la palabra, del papel, y la clase política de nuestra paciencia. Que difícil conciliar y pretender la política de los acuerdos cuando las confianzas están cortadas. Aunque nos sinceremos, reconozcan errores y nos digamos que pensamos el uno del otro, las fracturas no se reparan con palabras sino con acciones. Lamentablemente, la grieta no es solo entre gobierno y oposición, sino entre la clase política y ciudadanía.

Callemos, analicemos y demos un “golpe de timón” para que no tengamos que explicar mañana porque se produjo lo que no queremos ver hoy.

Alejandra Velasco Ibáñez