Un mundo vigilado
SEÑOR DIRECTOR
Se nos cuida el derecho a la vida y a la salud con diligencia y esmero. No hay duda al respecto. Pero se nos controla, se nos vigila, se nos fiscaliza, se nos interroga, se nos obliga a la denuncia y a la delación. De pronto vivimos en una sociedad orwelliana.
Afortunadamente, no hay habitación 101, pero no estamos lejos de ella. Se reproducen actitudes totalitarias y represoras. Nos preguntamos con desconfianza si el Gran Hermano nos está informando verazmente, si no nos está manipulando. A diario nos dan números y nosotros los demandamos. Se nos dice que dos y dos son cinco. Y nosotros decimos, “bueno, dos y dos son cinco”, ¿por adoración, amor o miedo?
Se nos prohíbe bailar, juntarnos, agruparnos, relacionarnos, solo “zoomiarnos”. Hay desobedientes, indóciles, insubordinados. Se los apresa, se los multa y sanciona. El Hermano Mayor no los acepta, los trata de inconscientes, traidores, anárquicos, irracionales. Se nos pide que los acusemos. Me pregunto, por un lado, en qué mundo habitaremos con posterioridad y, por el otro, qué es lo que diría Orwell si estuviera en el 2021 y no en 1984. No tengo respuesta solo silencio.
Abraham Magendzo K.
Premio Nacional de Educación 2017, Docente UAHC