Un nuevo liderazgo en educación
SEÑOR DIRECTOR
Sale Marcela Cubillos y entra Raúl Figueroa a liderar el Ministerio de Educación, tarea que requiere un gran valor para asumir en estos momentos y que no será fácil. A las complejas labores propias del cargo se suma la situación país que deberá enfrentar.
Con todo, el cambio es positivo; una nueva mirada para abordar las políticas y problemáticas de la edcación nacional que entregue un nuevo impulso.
El desafío para el nuevo ministro será, en primer lugar, crear una agenda potente, con un relato claro y convincente que logre hacerse parte a muchos y que genere puentes entre los distintos actores, con un fuerte sentido social, comprendiendo los problemas profundos por lo que atraviesa el sistema, lo que se ha echado de menos durante el último tiempo.
Sin duda, el conocimiento técnico de quien asume será clave para poner el foco en lo pedagógico y avanzar en aquellas políticas que inciden realmente en la mejora de los aprendizajes, tomando decisiones en base a la evidencia y la realidad de nuestro país, evitando caer en la politización de la que ha sido víctima la educación. Entre los temas que debe enfrentar están la implementación de los nuevos servicios locales que se harán cargo de la educación pública, a lo que se le debe dar especial relevancia; la creación del nuevo sistema de acceso a la educación superior, que ya viene recargado, y generar los consensos para avanzar en educación parvularia, la gran deuda que aún está pendiente.
Figueroa deberá ser capaz de imprimir un liderazgo que logre renovar en la ciudadanía el compromiso con la educación, de manera de ponerla como una prioridad siempre y que no quede a la orden de la contingencia del momento. En un año conflictivo, ello será clave para no botar a la basura los logros que arduamente se han conseguido.
Magdalena Vergara
Directora ejecutiva de Acción Educar
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.