SEÑOR DIRECTOR:
El reciente apagón que afectó a casi todo nuestro país revela la necesidad de recuperar en Chile la capacidad de colaboración público-privada en beneficio de la población. Esto requiere liderazgo y comunicación clara, tanto en la respuesta inmediata como en la búsqueda de diagnósticos compartidos, aprendizajes y desarrollo de propuestas para fortalecer la resiliencia del sistema eléctrico. No se trata de eximir de responsabilidades a empresas e instituciones que hayan incumplido sus obligaciones ni de restar importancia a las sanciones y compensaciones que correspondan. Sin embargo, su determinación debe realizarse mediante el curso institucional y, en lo posible, a partir de un análisis experto e independiente, dada la magnitud y complejidad del evento.
La experiencia internacional muestra que este tipo de eventos, de bajísima probabilidad pero alto impacto, ocurren en diversos países. Grandes apagones en EE.UU., Canadá, Italia, Suiza, Argentina o Uruguay han tenido tiempos de reposición similares al de Chile. Sin embargo, aquí faltó mayor anticipación y comunicación frecuente para informar el avance de la reposición. La memoria reciente de apagones prolongados por eventos climáticos extremos el invierno pasado generó incertidumbre en la población.
Estos hechos refuerzan la importancia de fortalecer la resiliencia del sistema eléctrico ante un futuro con mayor incertidumbre, eventos climáticos extremos y riesgos de ciberataques. Para ello, es clave avanzar en interconexiones internacionales, mejorar líneas de transmisión y almacenamiento, evitar retrasos en permisos sectoriales y ambientales que postergan la entrada en operación de nuevos proyectos, digitalizar la red eléctrica y modernizar la regulación de distribución con enfoque en calidad de servicio.
La energía eléctrica y renovable es fundamental para el bienestar y el desarrollo sostenible del siglo XXI. Su interrupción impacta cada vez más nuestra vida cotidiana, evidenciando la necesidad de fortalecer la seguridad del suministro. Este episodio debe marcar un punto de inflexión para recuperar una cultura de colaboración en la respuesta a emergencias y fomentar el aprendizaje continuo. Solo así podremos contar con un sistema eléctrico más confiable, accesible y sostenible para el país.
Claudio Seebach
Decano Facultad de Ingeniería y Ciencias, Universidad Adolfo Ibáñez
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