Una conversión no coherente
SEÑOR DIRECTOR:
Marcos Arrospide, gerente general de Guacolda Energía, entrevistado por su medio, expresó que las cinco centrales que operan 100% a carbón en Huasco, al ser reconvertidas para quemar carbón con amoníaco, reducirán sus emisiones y contribuirán a la descarbonización de la matriz eléctrica.
Al respecto, consideramos fundamental alertar a la opinión pública que la opción tecnológica de combustión de carbón con amoníaco no es coherente con la eliminación del carbón y sus emisiones, sino que implica perpetuar la quema de carbón por 15 años más, hasta 2040. La co-combustión carbón-amoníaco significa perpetuar emisiones contaminantes dañinas para la salud de la población. Además, la combustión de carbón/amoníaco conlleva un aumento en la emisión de óxidos de nitrógeno (NOx), lo que incrementa el riesgo de enfermedades cardíacas e infecciones pulmonares.
El sector eléctrico en Chile ha logrado exitosamente concretar un cronograma voluntario de descarbonización con el cierre de 11 centrales a carbón, a las cuales se sumarán otras 9 a fines de 2025, completando con ello el cierre o reconversión de 20 carboneras de las 28 que operaban en 2018 en el país. Pero de las rezagadas, Guacolda Energía, dueña de cinco de ellas, no ha comprometido ningún cierre, solo ha presionado para que no se aplique el límite máximo de 200 mg/Nm3 en emisión de óxidos de nitrógeno a la co-combustión carbón-amoníaco en la nueva norma para termoeléctricas, manteniendo un estándar laxo de 350 mg/Nm3 hasta 2040. Esto evidencia el lejano compromiso de Guacolda con la descarbonización.
Sara Larraín y Gonzalo Melej Elgart
Fundación Chile Sustentable