¿Una cuenta pública para Chile o para Chile Vamos?
Por Stéphanie Alenda, UNAB y Red de Politólogas; y Julieta Suárez-Cao, UC y Red de Politólogas
Las cuentas públicas son los momentos establecidos en los que las personas que ocupan el Poder Ejecutivo le hablan al país, pero también a sus propias filas. En varias publicaciones hemos hablado de las sensibilidades que habitan al interior de la coalición de gobierno (solidaria, libertaria y subsidiaria en relación al eje Estado-mercado; liberal y conservadora en materias morales). Planteamos también a la luz de una encuesta a sus élites que Chile Vamos ya a fines de 2016 se encontraba tensionado por dos tipos de proyectos: uno más centrista y el otro más derechista, reforzado por la irrupción en el tablero político de Acción Republicana, luego Partido Republicano.
En su última cuenta pública, el Presidente pareció inclinarse hacia las posiciones más centristas de su conglomerado: el anuncio del envío del proyecto de matrimonio igualitario retoma así decididamente una de las banderas de lucha de Evópoli (en 2016, el 77% de ese partido estaba a favor vs 13% de la UDI y 18% de RN). A pesar de que el Mandatario había dado señales de querer avanzar en esa dirección en el pasado, la elección de mencionar este tema ayer cayó de sorpresa a varias figuras importantes de su coalición.
El Presidente habló también a una derecha social que desde hacía años venía denunciado los abusos a los que puede conducir la desregulación del mercado: mencionó el impulso dado a un “mecanismo regulador de precios para evitar alzas injustificadas en los planes”, también un “mercado de medicamentos con menos abusos y menores precios”, además de avances en políticas universales y ya no solo focalizadas como la creación de un Plan de Salud Universal. Por supuesto que el discurso también tuvo un tono más clásico de derecha en su énfasis en la seguridad y la violencia, así como en la visión de la migración en tanto asunto de orden público. Entonces, esto no significa que se hayan sacrificado todas las banderas ideológicas de la derecha para abrazar las causas de la izquierda, como probablemente dirán sus críticos más enconados en estos días.
El momento de esta cuenta pública, justo después de las elecciones de convencionales que mostraron los peores resultados electorales para la derecha en los últimos 30 años y antes de las primarias del sector, imprimen a los anuncios un tono prospectivo más que retrospectivo. En un contexto de debate y discusión al interior de la derecha entre quienes buscan moderarla y quienes reclaman por la pérdida de identidad y apuestan por posiciones más extremas, Sebastián Piñera ha intentado congeniar con las principales sensibilidades y enviar un mensaje a Chile Vamos en su última cuenta pública con miras a las elecciones de noviembre. Llama la atención, sin embargo, que haya escogido hacerlo de manera pública y no articulando diferencias y generando un proyecto de unidad al interior de la coalición.
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