SEÑOR DIRECTOR:
La situación que ya es publica de la Universidad Alberto Hurtado impacta a cualquiera quienes pertenecimos a su comunidad. Probablemente muchos coincidirán conmigo que su paso por ahí los marcó para siempre. La vocación pública la vivimos durante nuestra estadía y podía verse a diario.
Sin embargo, los problemas que hoy podemos ver a través de los medios no son nuevos y tienen una causa bastante más profunda que solo lo financiero. Esta vocación pública llevó a que sus dirigencias fueran en exceso tolerantes con comportamientos de personas mal llamadas estudiantes, que tuvieron entre otros resultados un foco de incendio en un edificio hace años atrás. La búsqueda de comprensión de estos grupos llevó al deterioro de la calidad en todo el amplio espectro de su significado. Por supuesto, además, tuvo como resultado la decepción de muchos ya que veníamos observando mal concebida búsqueda de convivencia con visiones que simplemente han buscado desde sus orígenes el caos.
Espero de corazón, y estoy seguro de que represento a una inmensa mayoría, “la Hurtado” logre sobrellevar esta situación de la mejor forma posible.
Ignacio Imas Arenas
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