Vamos por una nueva oportunidad... la última
SEÑOR DIRECTOR:
Hace algunos meses, millones de chilenos rechazaron la propuesta que había presentado la Convención. Aunque se ha escrito mucho sobre las razones del fracaso, me parece justo recordar, ya que tengo la sensación que muchos lo han olvidado, sobre una de las razones de por qué estamos en este nuevo proceso.
Cuando TODOS (con mayúscula) los sectores anticipaban que hoy estaríamos regidos por la Constitución de la Convención pasada, surgió la posibilidad, bajo el alero de un grupo transversal de líderes políticos y de la sociedad civil de tener una nueva posibilidad, “Por una nueva y buena Constitución”. Hipotecando gran parte del capital político obtenido por el triunfo del Rechazo y exponiéndose a funas virtuales y físicas, acordaron este proceso que mañana nos lleva nuevamente a la urnas. Había que cumplir la palabra, y eso en la vida, y en especial en la política, vale mucho.
Mañana es el momento de pensar en el futuro. Es la hora de decidir cómo queremos construir las bases políticas de nuestro país para los próximos 30 años y cerrar, de una buena vez, este capítulo constitucional. Por ello resulta clave que tengamos una amplia participación electoral. Es importante que este proceso pueda partir con el pie derecho y, pese a una deficiente y casi ausente campaña informativa del gobierno, sean varios millones de ciudadanos los que concurran a votar.
Este domingo regirá también el sistema de voto obligatorio, es decir, quienes no vayan se exponen a una multa. Más allá de las sanciones, la motivación que nos debe movilizar a concurrir debe ser más profunda, porque es mucho lo que hay en juego. A diferencia de una elección para un cargo público donde después de un tiempo podemos cambiar a quien no lo haya hecho bien, mañana decidimos un camino que permanecerá inmutable por mucho tiempo y cuyas consecuencias las veremos nosotros y las futuras generaciones.
La noche en que la izquierda, en el proceso anterior, obtuvo una gran mayoría de representantes, uno de ellos (de hecho, el que más votos obtuvo) señaló: “vamos a conversar, otra cosa es que lleguemos a acuerdos”. Es muy probable que el resultado en esta oportunidad sea muy diferente. Los análisis previos anticipan una derrota del gobierno y de sus dos coaliciones, y un avance importante de la oposición. Es de esperar que esta vez la soberbia y los excesos queden fuera.
Mañana vamos por una nueva y última oportunidad.
Rodrigo Arellano
Vicedecano Facultad de Gobierno UDD