Venezuela contrataca
SEÑOR DIRECTOR:
Varios detonantes han incitado al régimen a una actitud agresiva. Tal vez ante el fraude electoral programado se podían anticipar, pero la amplitud y el rechazo masivo fue inesperado, y menos que quedara en evidencia la maquinación, irrefutablemente. Ninguna democracia verdadera ha dejado de repudiarla y exige las actas, tal vez destruidas o en proceso de falsificación.
Para no perder la iniciativa y solo con el reconocimiento de los incondicionales, rompió con los demás y los insulta. Abandonó Latinoamérica, retiró sus representaciones y expulsó las extranjeras. A cambio, obtuvo el respaldo de potencias foráneas, Rusia, China e Irán, que no exigirán que se respete la democracia o se reconozca al verdadero triunfador e incrementan su presencia regional.
Expertos de la ONU publicaron un informe asegurando que la elección no cumplió los requisitos de transparencia e integridad y se les tildó de “basura” y otros desplantes de caricatura. Un recurso conocido para intentar ocultar el recrudecimiento de la represión, encarcelamiento y juicio a opositores, más las amenazas a Edmundo González y Corina Machado. Pretenden intensificar el temor, aunque la mayoría de la población ha llegado al límite y parece dispuesta a todo. No tiene más que perder.
Un claro delirio de un régimen que solo reitera consignas y no resuelve nada, atemorizado ante el final casi siempre dramático de tantas dictaduras. Infunden miedo para no confesar que lo tienen por un futuro incierto.
Samuel Fernández Illanes
Ex embajador y académico U. Central
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