Verdadera ciudad

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Imagen referencial. Foto: AgenciaUno


SEÑOR DIRECTOR

Como muchos habremos notado, la pandemia Covid-19, entre sus múltiples consecuencias, ha generado el arribo de diversos animales a las grandes ciudades. Ciervos, jabalíes y hasta felinos medianos han traspasado lo que algunos denominan “límite urbano”. Línea muchas veces mal entendida como aquella que separa lo urbano de lo rural o lo silvestre. Bajo este contexto, han surgido titulares de tipo: “Coronavirus lleva la vida salvaje a las ciudades” o “Animales invaden ciudades del mundo”; criaturas que, por cierto, siempre han estado ahí, a la espera de una recuperación del territorio que, históricamente nuestro propio desarrollo urbano les ha restringido.

Este panorama hace reflexionar en el por qué pareciera que humanos, flora y fauna no pueden desarrollarse plenamente, sin que el territorio de cada cual se encuentre delimitado por el primero. Esto, sin olvidar nuestra propia relación con la naturaleza, tendencialmente cada vez más antropocéntrica, en términos productivos y extractivistas; donde devolvemos pocos elementos positivos al territorio que nos sustenta.

Efectivamente, el coronavirus representa una crisis sanitaria y humanitaria de proporciones globales. Sin embargo, tal vez sea en su escala e impactos donde encontremos una oportunidad para pensar y reivindicar nuestra relación con el medioambiente y el resto de los seres vivos, hacia una relación más sinérgica. Comprendiendo que el territorio natural y el hábitat, al fin y al cabo son capas que se superponen, los sistemas de planificación urbana y ordenamiento territorial que administramos deben evolucionar y ser sensibles a generar nuevas simbiosis con “la verdadera ciudad” que el coronavirus nos expone.

Simón Villalobos Castañeda

Planificador Urbano UC y Director ONG Visión de Ciudad

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