SEÑOR DIRECTOR:
La violencia en las escuelas ha escalado a niveles alarmantes, afectando tanto a estudiantes como a profesores. A diario, los educadores enfrentan conflictos entre alumnos y, también, tensiones con apoderados, lo que ha generado un entorno de trabajo insostenible. Es urgente la incorporación de estrategias de aprendizaje socioemocional en el sistema escolar.
La evidencia demuestra que las escuelas que priorizan el desarrollo de habilidades cognitivas, intra e interpersonales, obtienen mejores resultados académicos, promueven relaciones sociales más saludables, reducen la ansiedad y fomentan actitudes positivas hacia el aprendizaje. No obstante, implementar estas estrategias requiere más que buena voluntad de profesores y directivos: exige un cambio profundo en la cultura escolar y un enfoque integrado en las políticas educativas.
Esperar que la escuela resuelva por sí sola la crisis de convivencia es un error. La violencia escolar refleja los problemas más amplios de nuestra sociedad, y solo mediante un esfuerzo coordinado entre el Estado, las familias y las comunidades podemos avanzar hacia un entorno escolar más seguro y constructivo.
Es imperativo que nuestras políticas públicas prioricen el aprendizaje socioemocional y promuevan un desarrollo social sostenible. Solo así podremos aspirar a formar ciudadanos íntegros y capaces de enfrentar los desafíos del futuro.
Sergio Monsálvez Troncoso
Director de Carrera Pedagogía en Educación Básica, Universidad Finis Terrae
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