¿Y las aguas grises cuándo?
SEÑOR DIRECTOR:
Recientemente, se conmemoró el Día Mundial del Agua, instancia en la que Naciones Unidas invita a transformar la relación entre este elemento y la ciudad, para que las decisiones que las sociedades tomen sean sensibles al ciclo hidrológico, a fin de resguardar tanto la biodiversidad, como el bienestar humano para el futuro.
Chile no ha estado ajeno a esta preocupación. En 2018 se promulgó la ley 21.075, la cual entrega un marco adecuado para que las aguas grises urbanas sean regeneradas para su uso, reduciendo la contaminación en el ciclo hidrológico, los impactos negativos de la polución y la contaminación tras el ingreso del agua en las ciudades.
No obstante, a seis años de su aprobación, aún no entra en vigor el reglamento que debe acompañar a la ley, herramienta que permite regular los procedimientos para la ejecución de nuevos proyectos. ¿El resultado? Aún no tenemos proyectos que rieguen parques urbanos con agua gris de edificios, ni sistemas de regeneración de aguas grises en conjuntos habitacionales. Incluso, considerando nuestra historia reciente, hemos desaprovechado las posibilidades del agua gris regenerada, para implementar zonas de mitigación, planes de prevención y combate de incendios en zonas periurbanas. La vulnerabilidad hídrica de nuestro territorio es una urgencia que debemos enfrentar ahora, con medidas rápidas y trabajo mancomunado entre los distintos actores involucrados para que esta ley tan aplaudida en su momento, deje de ser letra muerta y se convierta en un instrumento de real aplicación en proyectos.
Que el Día Mundial del Agua signifique un llamado a la acción y nos movilice en el compromiso real y oportuno que el país necesita.
Rosa Chandía-Jaure
Directora Núcleo Aguas de Barrio Programa ITAT-UTEM
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