¿Y si aprovechamos el impulso?

CAMARA DE DIPUTADOS
FOTO: DEDVI MISSENE


SEÑOR DIRECTOR:

Las democracias en el mundo y, por cierto, en Chile, no tienen garantizado un buen pasar actual ni futuro. La amenaza de los discursos de odio, el populismo y el autoritarismo ha ganado terreno como forma de acción política, alejándonos de los grandes acuerdos que nos permitieron avanzar como nunca antes en nuestra historia.

Sin embargo, la semana pasada tuvimos una señal de esperanza en nuestra política, reflejada en el gran acuerdo alcanzado con la reforma a las pensiones luego de diez años de compleja discusión. En él, aparece con mayor claridad la solidaridad y el rol del Estado, se mantiene y refuerza la capitalización individual, al mismo tiempo que aumenta la competencia. Además, se reconocen las estructurales diferencias de género que han afectado a las mujeres en el mundo laboral y su prevalente labor de cuidado. Sin duda, podemos ver plasmadas las visiones de todo el espectro político, una notable expresión de la democracia.

Ante las amenazas que vive la democracia, ¿cómo podemos promover una cultura de diálogo y acuerdos frente al nuevo escenario presidencial que se nos avecina? En nuestra opinión, es posible construir un acuerdo programático de mínimos comunes en ese contexto. Así como en las pensiones, hay tareas concretas en las que las fuerzas democráticas -las mismas que arribaron al histórico acuerdo- podrían asumir un compromiso ante el país de reforma y/o abordaje prioritario. Por cierto, estas iniciativas serán sometidas al debate democrático en el próximo gobierno, pero con la promesa firme de avanzar. Así como ocurrió en la transición democrática, en la conducción institucional del estallido social y, recientemente, en las pensiones, proponemos aprovechar el impulso para abordar con unidad los desafíos en seguridad, infancia y educación, campamentos, descentralización, reforma al sistema político, salud y modernización del Estado, entre otros.

Estos temas podrían representar una oportunidad para generar un cambio sustantivo en la forma en que se ha desarrollado la política en los últimos años. No es utopía ni voluntarismo: Chile y sus dirigentes políticos pueden hacer realidad lo que nos planteaba Humberto Maturana, estableciendo la colaboración como forma de acción social y política. Ya hemos perdido demasiado tiempo cediendo espacio a la lógica de oposición permanente, que algunos extreman al punto de enfrentarnos. No somos enemigos.

Gonzalo Vial Luarte, Fundación Huella Local

Catalina Littin, Fundación Superación de la Pobreza

Benjamín García, Espacio Público

Paula de Solminihac, Nube Lab

Rafael Rincón, Fundación Gastronomía Social

Pamela Ríos Vera, Fundación Avina

Florencia Álamos, Fundación Kiri

Raúl Valdivia, Fundación Sonrisas

María Jaraquemada

Arturo Celedón, Fundación Colunga

Margarita Guzmán, Fundación Sentido

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