La primera vez que escuché hablar de una parrilla Kettle fue en un video del mexicano Óscar Meza, creador del canal La Capital en Youtube, hace más de siete años.
Es una parrilla icónica. Su forma ovalada, como un huevo algo achatado, está presente en muchas recetas de cocción lenta, con fuego indirecto, durante varias horas. Es una compañía permanente de parrilleros que quieren regular las entradas de aire, la temperatura y el vapor.
Si existiera un emoji de asado, seguramente sería con la forma de una parrilla Kettle.
¿Qué caracteriza a estas parrillas y por qué son tan icónicas? En este artículo intentaremos responder algunas preguntas.
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Algunas cosas básicas de la parrilla Kettle
Estos son algunos datos clave para entender qué es una parrilla Kettle:
- Este diseño fue introducido por la empresa de parrillas Weber en la década de 1950.
- Su creador fue George Stephens, agente de ventas en Weber Brothers Metal Works.
- Stephens quería mejorar el brasero que usaba para cocinar en casa, donde tenía 12 hijos.
- El nombre (kettle) viene del diseño esférico, parecido a un hervidor o tetera.
- Uno de sus nombres iniciales, cuando aún no tenía la forma actual, era Sputnik.
- El primer modelo se vendió por 30 dólares, el equivalente a unos 270 dólares de hoy.
Probablemente la popularidad de las Kettle deriva de su versatilidad, ya que permiten cocinar distintos tipos de alimentos con distintos mecanismos, como asar y ahumar.
¿Cuáles son los componentes de la parrilla Kettle?
La empresa Weber, creadora del diseño original, explica que la parrilla Kettle tiene cinco componentes básicos:
Primero, el tazón y su tapa que dan la forma esférica a la parrilla. Suelen ser de acero y recubiertos con porcelana. Este material es clave, ya que soporta el calor, resiste el óxido y, además, es muy fácil de limpiar.
Segundo, el amortiguador. Las parrillas Kettle están diseñadas para ser usadas con su tapa cerrada. Cada tapa tiene un amortiguador de cuatro agujeros que permite controlar el calor al interior de la parrilla, sin tener que levantar la tapa. Si el amortiguador está abierto, hay más calor; si estpa cerrado, disminuye el calor.
Tercero, la rejilla de cocción. Ojo, estas parrillas traen dos rejillas. La rejilla para cocer es de acero y en algunos modelos de Kettle tienen una bisagra para abrir y agregar más carbón a la rejilla que está abajo.
Cuarto, la rejilla de carbón. Su nombre lo explica: está diseñada para soportar el calor del carbón.
Y quinto, el sistema de limpieza. Cumple una doble función: permite limpiar las cenizas que quedan del carbón y también funciona como sistema de ventilación. Si cierras las rejillas de ventilación, cortarás el oxígeno y las brasas se enfriarán y finalmente se apagarán.
¿Por qué deberías usar una parrilla Kettle?
Resulta que en internet hay espacio para todos. Incluido Dave Tower, una persona que se hace llamar “The Kettle Guy”. Intuyo que debe ser un experto en estas parrillas porque su sitio web ofrece toneladas de información.
En su Ultimate Guide, Dave entrega tres razones por las cuales un parrillero debería preferir una parrilla Kettle:
- Sabor. Básicamente, porque no hay nada mejor que cocinar a fuego vivo. Además, la Kettle permite ahumar las preparaciones.
- Versatilidad. No solo permite asar y ahumar. “También se puede usar para otros métodos de cocción como hornear, asar, freír, estofar, hervir, cocinar al vapor, escalfar, saltear y saltear”. Incluso puedes usar tu Kettle como horno para pizza.
- La experiencia. Hay algo embriagador, dice Dave, al sentir la carne junto al fuego y su humo y su jugo. “A estas alturas, todos tus vecinos están celosos”.
Si quieres ver una demostración de uso de la parrilla Kettle, mira este video de La Capital en el que Óscar cocina un brisket con pausa y paciencia. Podrás ver cómo limpia la parrilla, saca la ceniza, regula los amortiguadores, usa una “canasta” para el carbón, agrega una fuente con agua, posiciona el brisket y espera para degustar ese manjar de los dioses.
Eso sí, si quieres preparar esta receta, ármate de paciencia. El tiempo de cocción es de 9 horas. Pero frente a la parrilla, con buena carne y buena compañía, eso se puede pasar volando.