7 opciones y recetas para una cena navideña sin estrés
Cuando no hay tiempo ni ánimo para armar grandes panoramas navideños, vale la pena seguir estas sugerencias —de platos listos y otros de rápida preparación en casa— que solo buscan hacer la vida (en estricto rigor, una noche) mucho más fácil.
Primera advertencia: nadie se muere si el 24 de diciembre en la noche se come un sándwich y se acuesta. No pasa nada. Tampoco pasa nada si cenan en familia lo que les quedó del almuerzo. Ahora bien, si quieren hacer algo especial esta noche de Navidad, háganlo, pero siempre en la medida de sus posibilidades. Es decir, según el tiempo, las lucas y las ganas que hayan.
Tampoco dejen que nadie les venga a decir que en esta fecha se debe comer tal cosa o que está prohibido consumir otras. Han pasado suficientes cosas de verdad importantes como para hacerse problemas por la comida a estas alturas del partido. ¿No creen?
Todo listo
Si simplemente ya no nos dio el tiempo para organizarnos con las compras para la comida de Navidad, no queda otra que optar por lo que hay en el mercado en comidas preparadas y listas para servir. Afortunadamente, en este ámbito la oferta es cada día más amplia. Aunque hay que tener ojo: a estas alturas de la semana puede que los envíos no estén funcionando y haya que acercarse hasta las distintas tiendas para dar con ese plato perfecto y listo que no nos dará nada de trabajo. Una muy buena opción es el strudel de salmón ($39.990 para 4-6 personas), envuelto en masa filo y relleno de ricota y queso crema, que se puede encontrar en la web de bechef.cl. Es todo al vacío, así que luego la faena de calentar es fácil y breve. Además, como hay variedad de platos individuales, se puede comer a la carta, casi como en un restaurante.
Otra opción de comida lista para servir y consumir la encontramos en helendefleurac.com, con todas sus especialidades de la cocina francesa. ¿Qué puede ser? Para aprovechar que estamos en un sitio que ofrece comida gala, lo mejor es irse por su exquisito bœuf bourguignon ($18.000 para 3/4 personas), que con un puré de papas y una ensalada verde al lado es una comida ideal para Navidad o cualquier noche del año. Viene congelado, así que es llegar y calentar.
Otra opción puede ser tirar pinta con el salmón wellington que ofrece la cadena Fork ($25.490 para 4 personas), el que además se puede pedir a través de distintas aplicaciones, y de paso aprovechar de comprar otras cosas que nos pueden hacer falta este fin de semana extra largo, como pan, quesos, jugos, aderezos de ensaladas, pizzas y más.
Su majestad el pavo
Más allá de las distintas opciones presentadas acá, puede que tú seas una de esas personas que no concibe la Navidad sin un buen pavo al horno. Pero la idea no es estar la tarde entera muriéndose de calor con el pavo cocinándose; además, muchas veces los pavos, cuando son muy grandes, ni siquiera caben en el horno, y uno termina trozándolos antes de tiempo.
Por todo lo anterior, mi consejo es comprar un pavo listo y no complicarse más. ¿Dónde? Una buena opción puede ser Villa Real, los mismos del salón de té de la calle Pedro de Valdivia, donde se puede comprar el pavo rebanado, decorado y con su jugo en una botella ($65.000 las 8 porciones), además de acompañamientos como papas duquesa.
El jamón no falla
Otro clásico que viene muy bien en las fiestas de fin de año es el jamón cocido, servido al plato con ensaladas, puré de manzanas o hasta un arroz frío. No faltan los que lo decoran con algo de piña también. Lo mejor es que para el desayuno del día siguiente, y el de todos esos lánguidos días posteriores a la Navidad, siempre habrá algo de jamón para un sanguchito salvador. Por eso, lo mejor es, si da el bolsillo, hacerse con una pierna completa del tradicional jamón cocido Aybar de 8 kilos ($109.990, con trinchador). Un clásico.
A cocinar
Si insisten en cocinar, este clásico nunca te deja mal. Sí, porque el solomillo de chancho con ciruelas y mostaza es fácil de preparar, no demora mucho y deja a todos los comensales pensando que el cocinero se esforzó bastante. La verdad, solo hay que tener los ingredientes precisos y algo de tiempo. Nada más.
Solomillo relleno con ciruelas
Ingredientes
- 1 pieza de solomillo (filete) de chancho
- ½ taza de ciruelas secas y descarozadas
- 1 taza de vino blanco
- 1 taza de mostaza fuerte
- Sal, pimienta y aceite de oliva
Preparación
- Encender el horno a 200º. Remojar en agua tibia las ciruelas hasta que estén blandas. Luego, cortar el solomillo a lo largo sin llegar hasta el fondo de la pieza y rellenar con las ciruelas previamente escurridas y picadas. Salpimentar el interior, además de agregar un poco del agua donde se hidrataron las ciruelas. Cerrar el solomillo y con hilo de algodón amarrarlo como si fuera un arrollado.
- Pintarlo con una buena cantidad de mostaza, salpimetarlo y saltearlo en una sartén con aceite de oliva. Una vez que esté dorado, traspasarlo a una fuente junto a todos sus líquidos y llevar a horno fuerte por 25 minutos.
- Finalmente, bañar todo con el vino blanco y darle unos diez minutos más. Sacar del horno, dejar reposar unos minutos, cortar y servir.
Un pollo perfecto
Ahora bien, si no hay tiempo para cotizar alternativas de comidas preparadas, pero tampoco para ir al supermercado a conseguir complicados ingredientes para la comida de la noche del veinticuatro, también se puede armar algo con provisiones sencillas que siempre tenemos en casa o que no son difíciles de conseguir. Por ejemplo, un pollo entero, que si se cocina bien, puede ser un verdadero manjar para poner el centro de la mesa esta navidad, acompañado de ensaladas varias, arroz o lo que más les guste.
Pollo al horno
Ingredientes
- 1 pollo entero sin menudencias
- ½ taza de sal gruesa
- ¼ taza de pimienta molida
- ¼ taza de merquén o ají picante molido
- Ralladura de la piel de un limón
- 3 dientes de ajo pelados y picados muy finos
- Aceite de oliva
Preparación
En un recipiente grande mezclar sal, pimienta, merquén, piel de limón y ajos. Luego, secar bien el pollo con papel absorbente para después frotarlo por todos lados con la mezcla de aliños.
Poner el pollo en un recipiente, taparlo con film plástico y llevarlo al refrigerador por entre tres y seis horas.
Pasado el tiempo, encender el horno a 200º. Sacar el pollo del refrigerador, quitarle el plástico y ponerlo, con la pechuga hacia arriba, en una fuente para horno previamente aceitada. Ponerle un generoso chorro de aceite de oliva por encima y llevarlo al horno por media hora.
Tras treinta mienutos, sacar el pollo y bañarlo con los mismos jugos que haya botado para luego volver a ponerlo en el horno por unos veinte minutos más o hasta que esté bien dorado. Finalmente sacar del horno, dejar reposar unos minutos, trocear y servir.
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 17 de diciembre de 2024. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.
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