Lo ideal a la hora de hacer una masa de churro es que sea crocante, con grietas y rizada. Esta receta asiática ha sido adquirida en distintas culturas por lo que se puede probar con azúcar flor en Chile, guayaba en centroamérica y también con productos salados en otros países.
En esta clase de Paula Cocina el profesor y chef Cristian Madariaga nos enseña a cocinar churros de una forma muy sencilla pero con tips que podrían hacer de un churro común toda una novedad. En este sentido nos comenta que a la harina se le puede agregar cacao y así queda un churro de chocolate, más oscuro.
En los ingredientes que presenta la receta es muy importante que la mantequilla no lleve sal ya que podría dar un resultado más salado de lo que se desea, la idea es que a parte se incluya un gramo o una pizca de este ingrediente a la hora de ir incorporando todos los materiales a la mezcla que va en una olla.
Terminado ese proceso, la masa se saca de la olla y antes de agregar el huevo, esta se enfría hasta que la temperatura sea soportable para las manos, así logramos que los huevos no se cocinen con el calor de la mezcla. El chef agrega que no todas las recetas de churro utilizan este ingrediente pero que él lo recomienda para tener una consistencia más esponjosa.
Los churros, como explica Madariaga, se sumergen en una sartén honda con aceite muy caliente, de esta forma la masa se fríe por fuera lo que da el efecto de freír en seco, esto significa que el aceite no penetra el churro y la masa no queda húmeda. Y ya que trabajamos con altas temperaturas, un tip para no quemarse y que no salte el aceite es preocuparse de agregar la mezcla a la manga sin burbujas de aire.
Una muy buena noticia es que esta masa, antes de freír se puede congelar (máximo un mes) para poder hacerla en cualquier momento y disfrutarla con un ganache de chocolate que se puede lograr mezclando la misma cantidad de leche y chocolate bitter al que se le puede agregar algún destilado, pimienta o incluso merkén, para que el resultado sea distinto e innovador.