El verdadero elixir de los dioses. El único desayuno de campeones. El néctar del que hablaban los poetas griegos, esa ambrosía que solo pueden beber los habitantes del Olimpo, no es la hidromiel ni tampoco el yogur: viene desde la costa del Perú y se llama leche de tigre. Por supuesto no es un lácteo ni tampoco viene de un felino, pero nadie podría cuestionar su nombre tras probar este ácido manjar, tan pálido como vigoroso, más energética que la bebida del toro rojo, más monstruosa que una Monster, delicada y brutal.

Un ceviche solo puede serlo si está bañado en leche de tigre, que de todas formas puede beberse por sí sola si es preparada con cariño e ingredientes frescos (ambos indispensables). La siguiente es la receta que nos compartió Demetrio Gómez, chef del Rocoto, tradicional restaurante peruano de delivery, para el recetario que hicimos en mayo pasado.

Advertencia: no nos responsabilizamos por los efectos afrodisiacos, tampoco por los amarres ni menos por las adicciones que esta preparación pueda causar. Una vez preparada, hay que mantenerla siempre refrigerada.

Ingredientes

  • 80 gr de tallos de apio
  • 20 gr de jengibre
  • 60 gr de cebolla morada
  • 30 gr de ajo entero
  • 180 ml de jugo de limón
  • 120 gr de pescado fresco
  • 20 gr de ajinomoto
  • 200 ml de caldo de pescado
  • 1/4 de ají rocoto
  • 20 gr de tallos de cilantro
  • Sal a gusto.
Cómo hacer leche de tigre.

Preparación

Echar todos los ingredientes a una juguera. Licuar por dos minutos (puede ser en tandas) y luego usar un colador bien fino para filtrar. Si no se utilizará de inmediato, refrigerar en una botella o recipiente hermético.