Hacer un queque no es difícil pero entiendo que pueda dar flojera: hay que pesar o medir muchos ingredientes, usar un montón de recipientes, ir a comprar huevos a la esquina, derretir la mantequilla, cernir el harina, ¿en serio lleva dos tazas de azúcar?, conseguir vainilla o limón, adivinar la temperatura del horno, calcular bien el tiempo y, después de todo ese malabarismo, esperar a que se enfríe cuando toda la casa huele a pastelería y te quieres matar del hambre.

Por eso uno termina comprando queques en el supermercado, que además de caros son malos: casi todos se desarman, otros se pegan al cartón, la mayoría son secos como arena y encima tienen 84 ingredientes, una buena parte impronunciables. Ay, esta triste vida moderna.

La opción sería renunciar a los queques, algo a lo que yo estaría dispuesto a mis treinta y tantos años, pero tengo hijos y creo que eso atenta contra sus derechos fundamentales. ¿Qué es una infancia sin queques? No quiero que cuando crezcan y se vuelvan unos sociópatas criminales y resentidos, la serie de Netflix sobre sus fechorías revele que la causa de tanto odio fue que su insensible padre no les dio quequitos cuando eran chicos.

En fin: para evitar desgracias futuras, y que mi nombre quede manchado para siempre, una alternativa es hacer mugcakes, o queques en taza. La gente que se dedica a la repostería los ve con sospecha, pero en realidad son una bendición: se hacen rápido (¡menos de 5 minutos!), usas los ingredientes precisos, no necesitas horno y se cocinan en el mismo recipiente en el que luego los vas a devorar. Ay, qué linda es la vida moderna.

Esta receta de mugcake es de Macarena Montesinos, cocinera muy popular en Instagram, y su gracia es que no tiene gluten ni ingredientes de origen animal. Ahora, si no te preocupan estas alergias o causas, puedes usar harina común y cambiar el aceite de coco por mantequilla.

Base

• 6 cucharadas de harina de avena
• 1 cucharada de azúcar (o endulzante en polvo)
• 2 cucharaditas de polvos de hornear
• Una pizca de sal
• 8 cucharadas de leche de almendras
• 2 cucharaditas de aceite de coco derretido (también puede ser de oliva)
• 1/4 cucharadita de esencia de vainilla
• Aceite en espray (opcional)

A los ingredientes base agregar:

• 2 cucharadas de cacao en polvo.
• 2 cucharaditas de chips de chocolate vegano

A los ingredientes base agregar:

• 1 cucharada extra harina avena
• 2 cucharada de leche de almendras
• 1 cucharadita de aceite coco derretido (o de oliva)
• 15 arándanos

A los ingredientes base agregar:

• 1 cucharadita de aceite coco
• 1 cucharada de leche
• Para decorar: 1/2 cucharada de azúcar más 1/2 cucharadita de canela en polvo.

1. Rociar con aceite (idealmente en espray) el interior de cada taza.
2. Mezclar el total de los ingredientes de la base más los ingredientes específicos de cada versión. Si se harán más tazas, multiplicar las cantidades por el número de porciones. ¡Vamos con esas matemáticas!
3. En un bol, mezclar primero todos los ingredientes secos (harinas, azúcar, polvos, sal y otros) y luego sumar los líquidos (aceites, leches, esencia de vainilla). Mezclar bien y traspasar a una taza de mínimo 200 ml.
4. Llevar al microondas (¡una taza a la vez!) y calentar a máxima potencia por 1 a 2 minutos, como máximo. Esperar a que se enfríe por un minuto, para no quemarse, y disfrutar.