Cómo hacer una focaccia: el pan italiano que no necesita amasado
Este pan no necesita amasado, tampoco ensucia la cocina ni hay que darle forma con las manos: lo único que pide es tiempo. Acá enseñamos cómo hacerlo sin apenas meter las manos en la masa.
En Chile no podemos vivir sin pan. En el desayuno es infaltable, al almuerzo —si no comemos un sándwich— aparece con más timidez como compañía, y en las tardes o noches suele ser el rey: la once siempre gira alrededor del planeta pan.
Lo extraño es que seamos tan malos para cocinar nuestro propio pancito. Es cierto que, a diferencia de las generaciones anteriores, ya no pasamos tanto tiempo en casa ni menos en la cocina, y no son muchos los que quieren pasar esas pocas horas al día amasando marraquetas ni uslereando hallullas.
Pero hacer pan no necesariamente debe ser sinónimo de mucho trabajo. Algunos, a cambio de ahorrarnos el esfuerzo de amasar, estirar y formar, solamente exigen una cosa de nosotros: paciencia. Esperar. Saber planificar para hacer hoy el pan que te comerás mañana.
Es el caso de la focaccia, un popular pan italiano que exige muy poco y entrega un montón: además de rico es esponjoso y versátil, pues se puede comer solo, hacerlo con ingredientes o usarlo para sándwich. Se lleva al horno en una fuente rectangular —la misma con la cual asas el pollo o cocinas una lasaña—, no te ensucia el mesón ni las manos, y para que quede bueno solo hay que dejar que la masa repose de un día para otro. No te resuelve un antojo pero ayudará a postergar tus deseos.
Esta receta, del experto panadero Nicolás Guzmán (@hacedordepan), es para una focaccia clásica, sin añadidos, pero es un pan abierto a agregarle lo que se te ocurra: puede ser tomate y cebolla, como en esta preparación que propusimos acá, o también queso, pesto, aceitunas, semillas, champiñones o más. La recomendación es usar ingredientes que se alcancen a cocinar en el horno —o bien que ya estén cocidos— y no abusar de ellos: es un pan con ingredientes, no ingredientes con pan.
Focaccia clásica
Ingredientes (para unas 4 porciones)
- 470 gr de harina de fuerza
- 380 gr de agua
- 4 gr de levadura seca
- 9 gr de sal
- 10 gr de aceite de oliva.
Preparación
- En un bol profundo, mezclar y juntar todos los ingredientes con las manos o una cuchara grande.Será una masa pegajosa al principio, pero con el tiempo tomará estructura.
- Cubrir el bol con un paño y dejar reposar la masa durante una hora a temperatura ambiente (ideal 20º). Pasado el tiempo, y con las manos húmedas, plegar la masa desde la orilla hacia el centro.
- Tapar el bol con film plástico (o meterlo dentro de una bolsa grande) y llevarlo al refrigerador durante un mínimo de 12 horas (idealmente toda una noche).
- Al otro día, tomar una fuente rectangular, de unos 40x30 centímetros aproximadamente, y aceitarla. Sacar la masa del refrigerador y pasarla a la fuente. Añadir un buen chorro de aceite de oliva sobre la superficie, luego una pizca de sal de mar, y distribuir la masa con los dedos para que cubra la fuente completamente.
- Cubrir con un paño o film plástico y dejar reposar por una a dos horas, o hasta que aumente de tamaño. Encender el horno a 200 °C. Cuando tenga la temperatura, hornear la masa por 25 minutos o hasta que se vea dorada.
- Sacar del horno, esperar 30 minutos a que se enfríe y luego desmoldar. Cortar con un cuchillo de sierra corta y servir en cuadrados, ya sea para sándwich u otras preparaciones.
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