Aunque parecen simples de preparar, los champiñones son ingredientes bastante complejos. No es de extrañar que a muchas personas no les encanten: es que no los han preparado correctamente. Y es que no es llegar y tirar a la sartén con aceite de oliva. Hay que tener algunas precauciones:
Los champiñones no se lavan
No, no nos hemos vuelto locos ni queremos que se enfermen. Los champiñones son como esponjas y absorben todo, por lo que al mojarlos con agua se llenan de ésta, cambiando de consistencia, e incluso de sabor, dependiendo del agua. Para evitar que esto pase- y evitar también una visita a Urgencias-, se recomienda limpiar muy bien con toalla nova o paño de cocina seco. Si esto te provoca desconfianza puedes lavarlos, pero luego tienes que secarlos muy bien o dejarlos estilando en un colador hasta que estén completamente secos.
Cómo saltear champiñones
Si tienes muchos champiñones, evita ponerlos en la sartén al mismo tiempo, o consigue una sartén lo suficientemente grande. Esto, es con el objetivo de que no se toquen entre sí. Según la chef Carolina Rocco, cuando los champiñones se saltean todos juntos, e incluso unos sobre otros, terminan cociéndose pero sin dorarse, por lo que quedan “latigudos” y poco atractivos a la hora de comer.
Condimenta en el momento adecuado
Volviendo al primer punto, los champiónes absorben rápidamente todo aquello que les pongamos. Es por esto que tenemos que resistir las ganas de rociarlos con aceite de oliva y echarles sal apenas entran a la sartén. Lo mejor es esperar a que estén dorados y sellados, para que estos condimentos le den el toque perfecto pero no se roben todo el protagosnimo.