Quizás lo has visto: departamentos con pocos muebles, sin accesorios ni decoraciones excesivas. Un templo a la contemplación y el orden. Es una de las caras del minimalismo.

Ese estilo de vida se puede aplicar también a nuestras compras y no solo beneficia nuestro bolsillo, sino que también promueve un consumo más sostenible. Es una estrategia inteligente que alinea nuestros hábitos de compra con nuestros valores y objetivos financieros.

En Especialistas del ahorro queremos compartir una mirada de economía inteligente para las compras y preparaciones del día a día (y tenemos un newsletter que llega el segundo y cuarto viernes de cada mes, repleto de consejos para maximizar tu presupuesto).

En este artículo exploraremos cómo el minimalismo no solo simplifica nuestros espacios, sino también nuestras compras en el supermercado.

Hoy en Chile el consumidor está cada vez más consciente de sus finanzas, por lo que adoptar un enfoque minimalista puede ser la clave para un ahorro significativo. Y, por ende, un gran paso hacia la construcción de una identidad que se apropia del ahorro y la inteligencia financiera.

En el sitio Minimalist Focus resumen diez principios básicos del minimalismo para que te hagas una idea de qué implica. Te mencionaré cuatro relevantes para que después hagamos un ejercicio:

• Establecer prioridades en tus decisiones. “Al establecer prioridades a distintos aspectos de tu vida, automáticamente haces elecciones. Esas elecciones pueden darte más control, más libertad y más productividad”.
• Las tendencias son temporales. “Mantenerse siempre al día con las tendencias es una trampa porque la búsqueda nunca terminará y vaciará tu billetera en el proceso. El minimalismo se centra en la atemporalidad”.
• Compra intencionadamente, no espontáneamente. “No importa lo que compras, importa el por qué lo compras.
• Reemplazar en vez de actualizar. “Enardecidos por una increíble densidad de lanzamientos de productos, muchos consumidores ahora sienten que un producto que les apasionaba hace 12 meses ya no es suficiente”.

Así, el minimalismo es más que despejar espacios y simplificar la decoración. Es una mentalidad, una identidad diría el autor superventas James Clear, que se puede aplicar a diferentes situaciones.

Por ejemplo, las compras del supermercado.

Un enfoque minimalista en el supermercado no solo se trata de gastar menos, sino de comprar mejor. Al seleccionar productos de calidad y necesidad real, evitamos el desperdicio y las compras impulsivas. Así, cada producto en nuestro carrito lleva consigo una razón de ser.

Apliquemos los cuatro principios del minimalismo que mencionamos en el apartado anterior y veamos cómo se aplicaría a las compras del supermercado:

• Establece prioridades en tus decisiones. ¿Cómo? Por ejemplo, planifica el menú semanal y arma una lista de la compra que necesitarás. Así evitarás comprar productos innecesarios. O establece presupuestos fijos, con algún margen de flexibilidad, que te permita controlar tus gastos.
• Las tendencias son temporales. Evita las promociones que te inciten a comprar cosas que no estaban en tu lista, incluso si el atractivo del producto despierta en ti un deseo por adquirirlo. Piensa si el producto es duradero, eficiente, de calidad; no te dijes en su actualidad o novedad solamente.
• Compra intencionadamente, no espontáneamente. Acá se pueden aplicar varias tácticas. Puedes comprar a granel para consumir solo lo que necesitas, por ejemplo. Te tienes que responder a la pregunta: ¿por qué lo compras? “Bueno, porque cada mañana lo consumo al desayuno”.
• Reemplaza en vez de actualiza. Acá el ejemplo más evidente es el lanzamiento de nuevos teléfonos cada año, con pequeñas mejoras que se notan en periodos largos, pero que cada 12 meses no se justifican.

Esperamos que estas recomendaciones te sirvan en tu ruta hacia la inteligencia financiera en tus gastos cotidianos.