Este clásico dulce chileno, que se puede encontrar en pastelerías de casi todo nuestro territorio —así como en carreteras y playas—, también es posible de hacer en casa. Con ingredientes fáciles de conseguir y sin necesidad de utensilios sofisticados, solo hace falta tener una buena muñeca para batir —si es que no tienes batidora— y mantener atención en el horno, para que la masa no quede crujiente sino que suave y esponjosa. Esta es la fórmula de la repostera Almudena Salbat, dueña de la Almudena Pastelería, para unos empolvados frescos y deliciosos.
Ingredientes (para 18 unidades)
- 3 huevos a temperatura ambiente
- 105 gr de azúcar
- 105 gr de harina
- 1 cdta de polvos de hornear
- 1 cdta de pasta de vainilla (o de esencia)
- 1 gr de sal
- Manjar
- Bastante azúcar flor.
Preparación
- Batir las claras a velocidad media, agregando el azúcar de a poco. Batir hasta que se forme un merengue firme.
- En un bol aparte, unir la harina con los polvos de hornear y la sal.
- Agregar al merengue las yemas y la pasta de vainilla, con movimientos envolventes. Finalmente, añadir la mezcla de harina, polvos y sal, con un colador fino para tamizarla. Batir hasta que todo quede bien incorporado y sin grumos.
- Precalentar el horno a 160ºC. Poner la masa en una manga pastelera con boquilla lisa y formar círculos sobre un papel mantequilla de unos cinco centímetros de diámetro, separados entre sí.
- Llevar al horno por 12 minutos, evitando que se doren.
- Enfriar y desmoldar. Ponerle manjar a la mitad de los círculos, taparlos con la otra mitad y “empolvarlos” con azúcar flor.