¿Cuál es el origen de la elaboración del mozzarella?, ¿cuáles son los mejores ingredientes para cocinarlo y dónde conseguirlos? Estos fueron algunos de los temas que se abordaron en la clase experiencial que terminó con la preparación de un exquisito queso, el cual fue aplaudido por los participantes.
Fue un trabajo en grupos y muy prolijo. La chef enfatizó desde el comienzo, que cada uno de los pasos para la preparación son fundamentales para un buen resultado. Los tiempos de cocción y temperatura para estos casos, debían seguirse al pie de la letra.
Así también lo relataron los amigos de Club Paula Cocina, quienes pudieron resolver sus inquietudes para terminar con la producción de una mozzarella que luego pudieron llevar a sus casas.
Para la preparación del queso, la chef destacó que es relevante contar con un termómetro. Este debe ser de alcohol y no de mercurio. La herramienta es fundamental para la preparación, puesto que debemos monitorear en cinco oportunidades la temperatura del queso.
La primera cocción debe llegar a 35°C y cuando la cuajada está lista a 40,5°C. Luego, la cuajada debe ser bañada tres veces en suero. La primera vez debe alcanzar los 50°C, la segunda 60°C y por último, 70°-75°C.
Una vez listo, se recomienda que la mozzarella se guarde como máximo durante 4-5 días en agua o en bolsa plastificada. Pero siempre es mejor consumirla lo más fresca posible.
Álvaro Pulgar, quien fue parte de la experiencia, destacó que “lo mejor fue poder estar con más gente en el curso y al mismo tiempo poder tener todos los tips para un mejor resultado. Cosas que al final, desde un video, sería difícil de aprender”, comentó.
Claudia Hernández, también participante de la clase, agregó que este tipo de instancias “han ayudado harto en la casa, con los amigos a hacer cosas. Los profesores además son super buenos, quienes entregaron datos excelentes”, sostuvo.
Durante la actividad, y como el trabajo fue en grupos, las conversaciones e intercambio de ideas se dieron con facilidad. Así lo vivió Daniela Bustos quien, al llegar le preocupó no conocer a nadie. Pero hacia el final comentó que “fue maravilloso, entretenido, todo muy cercano. El curso fue muy ameno. Lo que más me gustó es que uno mete harta mano y te das cuenta de lo que cuesta hacer cosas” explica.
La chef Camila Moreno, es directora de la fundación Gastronomía Social. La cocinera y amante de los oficios gastronómicos explica que la fundación realiza un universo de actividades, programas y proyectos. Su foco está en “enseñar y transmitir conocimiento”, explica.