Hablábamos hace poco de las sopas frías: un concepto que en Chile todavía suena extravagante y rebuscado, gusto de millennial que se cree europeo, pero que en realidad son recetas fáciles y económicas que nos pueden salvar en más de un día caluroso.
Aparte de una juguera, solo necesitas verduras frescas y espacio en el refrigerador, pues la idea es dejarla ahí un par de horas y tomarla a muy baja temperatura. No hace falta calentar ninguna olla ni mucho menos prender el horno: ni siquiera un buen cuchillo es tan fundamental, pues con trocear los ingredientes ya es más que suficiente.
Así se hace el gazpacho, capricho típico del sur de España, que en los restoranes ibéricos te lo venden caro pero que no lleva mucho más que tomates y pepinos bien maduros y un puñado de pan añejo. Es un plato de aprovechamiento en toda regla, pero que se transforma en una delicia refrescante, nutritiva y con altos riesgo de resultar adictiva. Esta es la versión de Amalia Pesutic, dueña y cocinera del Carrer Nou, un clásico de la cocina española en Santiago.
Gazpacho
Ingredientes (para 4 porciones)
- 400 gr de tomates maduros
- 100 gr de pepino sin piel y sin pepas
- 100 gr de cebolla
- 50 gr de pimentón verde
- 1 diente de ajo
- 50 gr de trozos de pan duro (o del día anterior)
- 50 cc de aceite de oliva
- 40 cc de aceite vegetal
- 30 cc de vinagre blanco
- 300 cc de agua
- Sal y pimienta a gusto
Preparación
- Cortar el tomate, el pepino, la cebolla y el pimentón en trozos medianos. Picar el ajo en rodajas.
- Colocar en un bol las verduras picadas junto a los pan añejo, los aceites, el vinagre y el agua, además de sal y pimienta. Cubrir con film plástico o una tapa y dejar reposando en el refrigerador por cuatro horas o, mejor aún, durante toda la noche.
- Pasado el tiempo, sacar del refrigerador y triturarlo todo en una juguera. Pasar el líquido por un colador y servir muy frío.