Hay que comer más legumbres. O mejor dicho, nos convendría prepararlas más seguido, pues son una bomba nutricional y a muy bajo costo. Tienen todo lo que está de moda, como proteínas, fibra, vitaminas del complejo B, hierro y calcio, y no tienen —o muy poco— de eso que hoy posee tan mala fama, como grasas, azúcares y colesterol. Pero lo más importante es que son riquísimas: solo hay que saber cómo aprovecharlas, algo que por lo demás no es muy difícil.

Quizá la más versátil de todas las legumbres sea el garbanzo. No tan chileno como los porotos, igual es capaz de funcionar en guisos de estilo tradicional —unos garbanzos con riendas, ¿por qué no?—, en cocidos más caldosos, en croquetas como los falafel o incluso como harina. Pero su versión más sencilla, nos parece a nosotros, y también la más deliciosa, es el hummus.

Para hacerlo solo necesitas garbanzos cocidos —mejor si fueron cocinados por ti, pero también sirven los que vienen listos en caja—, algunos aliños, una procesadora o minipimer y cinco minutos. Y luego, con ese hummus podrás darle otro vuelo a aperitivos o picoteos, usarlo para untar el pan en el desayuno o en sándwiches más arriesgados. La única dificultad es conseguir tahine, una pasta de sésamo que es algo cara, pero que también puedes hacer tú mismo (ya te enseñaremos cómo).

En esta versión, de la cocinera Fernanda Giacaman, el hummus se potencia con unas cebollas caramelizadas, que son todavía más fáciles de hacer y que no, no llevan azúcar. Entre ambos forman un combo imbatible, que además puede durar más de un día bien tapado en el refrigerador.

Ingredientes

Para el hummus

  • 1 taza de garbanzos cocidos
  • 1 cucharada de tahine
  • Medio diente de ajo (o uno pequeño)
  • ¼ taza de aceite de oliva
  • Jugo de 1 limón
  • Sal

Para la cebolla caramelizada

  • 2 cebollas
  • Aceite de oliva

Preparación

  1. Cortar las cebollas en pluma fina y cocinarlas en un sartén a fuego bajo, con un chorrito de aceite de oliva. Remover de vez en cuando, hasta que estén blandas y agarren color caramelo (aproximadamente 20 minutos).
  2. Para el hummus, trabajar los garbanzos, el tahine, el ajo, el jugo de limón, la sal y el aceite de oliva en una procesadora o con una minipimer, hasta formar una pasta suave y homogénea. Si está muy denso, agregar agua poco a poco y procesar cada vez que se incorpore.
  3. Servir el hummus en un pocillo ancho y con una cuchara hacer un hueco al centro. Agregar la cebolla encima y un chorrito de aceite de oliva.

Para conocer más preparaciones de Fernanda Giacaman y otros destacados chefs, revisa nuestro recetario de marzo.