¿Buscas una excusa para prender el horno y evadir el frío? Un buen trozo de lomo de cerdo nunca falla: es más económico que el vacuno, no requiere de ninguna ciencia y, si así lo prefieres, puede ser un corte completamente magro: pídeselo desgrasado a tu carnicero —o sacale la grasa por tu cuenta— y tendrás una carne de lo más liviana.

Esta receta, propuesta por Isidora y Pilar Kraemer, incluye ciruelas deshidratadas, fáciles de conseguir en tostadurías o incluso en supermercados, las que le darán un fantástico toque agridulce a la receta. Por eso también lleva chalotas, esas parientes más dulzonas de las cebollas, para agregarle todavía más delicadeza. Si no tienes, conviene reemplazarlas por puerro y/o ajo.

Lo ideal también es remojarla en una taza de vino añejo, como el oporto, que es bien aromático, aunque también puede ser un vino dulce. Toma su tiempo —al menos una hora y media en el horno—, pero si hace con planificación vale toda la pena: para la hora de comer, la casa estará completamente temperada.

Lomo de cerdo y ciruelas

Ingredientes (para 5 porciones)

  • 1 kg de lomo de cerdo
  • 200 gr de chalotas (o puerro)
  • ½ taza de ciruelas deshidratadas
  • 1 taza de vino dulce (mejor si es añejo u oporto)
  • Aceite y mantequilla
  • Sal y pimienta

Preparación

  1. Precalentar el horno a 200º. Condimentar el lomo con sal y pimienta. En una olla o sartén amplio, a fuego alegre, calentar aceite y media cucharada de mantequilla, hasta que se derrita. Sellar el lomo y formar una costra dorada por todos sus lados. Cuando esté completamente sellado, reservar.
  2. En una budinera o fuente para horno, poner las chalotas peladas, las ciruelas deshidratadas, agregar el lomo ya sellado y el vino añejo. Tapar con papel aluminio y llevar al horno por una hora y media. Cada treinta minutos, revisar que no se seque el líquido al interior: si le falta, añadirle un poco de agua caliente o caldo caliente de verduras.
  3. Cuando esté listo, sacar del horno y dejar reposar por unos cinco minutos. Cortar y servir con arroz, puré o papas doradas.