Para pasar el frío: cómo hacer un ajiaco
Contra toda intuición, cuando bajan las temperaturas lo mejor no es quedarse acostado y pedir algo grasiento por delivery. Está comprobado que cocinar es un ejercicio que nos hace entrar en calor, en especial con este rápido estofado chileno.
Cuando está helado, y por las noches la temperatura se acerca a los cero grados, la tentación es taparse hasta las narices y solo mover el pulgar para pedir en el teléfono una comida bien grasienta por delivery. Cualquiera podría pensar que no hay fallas en esa lógica, pero lo cierto es que eso es justamente lo que menos conviene hacer para combatir el frío.
Vamos viendo: primero, quedarse quieto no ayuda a entrar en calor. Si fuésemos sobrevivientes de un accidente aéreo en los Andes hace cincuenta años, quizá sea una buena estrategia ponerse en posición fetal para no gastar nuestras escasas calorías. Pero en tu casa o departamento, donde la temperatura igual es compatible con la vida, y puedes ponerte un chaleco o prender la estufa, lo mejor para no sentir frío es ponerse en movimiento. Y cocinar, aunque no lo parezca, es un gran ejercicio.
Según un artículo de Harvard Health Publishing, una persona de 70 kg, tras pasar treinta minutos cocinando, puede quemar hasta 70 calorías. Eso, en otras palabras, significa que estás generando calor interno, el que luego recuperarás con la comida.
Y segundo, una comida con mucha grasa no nos hará resistir mejor el frío. No somos focas (por más que alguna gente se esfuerce en parecerse a ellas). Quizá nos olvidaremos de él por un rato, mientras masticamos esos palitos de mozzarella con mantequilla de ajo, pero apenas se acaben volverá, y esta vez más fuerte, pues cuando estemos sin energía, cansados por la pesada digestión, lo sentiremos con aún más crueldad.
¿Qué hacemos, entonces? Levantarse, prender la cocina y ponerse a cocinar algo como este ajiaco de Daniela Vidal, un plato chileno que tiene todo lo que necesitamos para pasar agosto: verduras, picante, papas, buenas carnes y un caldo capaz, incluso, de entibiar el corazón de tu ex. Queda mejor con la carne de un asado —ese es el origen del plato— pero sino puedes prepararla directamente. O hacerlo sin ella.
Ingredientes (para 5 porciones)
- 500 grs de carne de asado sobrante o de lomo limpio en trozos de 2-3 cms.
- 2 cebollas corte pluma
- 2 zanahorias en rodajas
- 2 dientes de ajo picado
- 50 ml de vino blanco
- 4 longanizas en rodajas
- 8 papas chilotas o 3 papas normales cortadas en gajos
- 2 hojas de laurel
- 2 tazas de agua hirviendo
- Sal
- Pimienta
- 1/2 cucharaditas de aliño completo
- 5 huevos
- Cilantro picado
- 1 ají cacho de cabra
Preparación
- Calentar una olla con aceite y sofreír la carne con la cebolla. Cuando se hayan dorado, agregar las zanahorias, el ajo, las hojas de laurel, la sal y la pimienta. Revolver y cocinar por 5 minutos.
- Añadir el vino, el aliño completo y las longanizas. Revolver de nuevo y cocinar sin tapa por 5 minutos, para que se evapore el alcohol del vino.
- Agregar las papas, el ají cacho de cabra, dos tazas de agua hirviendo, bajar el fuego, poner la tapa y cocinar por 20 minutos, o hasta que las papas estén cocidas.
- Al servir, sobre cada porción se recomienda poner un huevo pochado. Para hacerlo, poner a hervir agua en una olla pequeña. Cuando entre en ebullición, hacer un remolino en el agua con una cuchara, revolviendo energéticamente. Poner unas gotitas de vinagre de manzana, luego el huevo sin cáscara. Esperar un par de minutos y sacarlo cuando se vea que la clara está firme. Decorar con cilantro picado.
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