El domingo de Pascua, o la Pascua de Resurrección, es una de las festividades más importantes para los católicos, pero desde mucho tiempo, también, es uno de los días favoritos del año para los niños y niñas. Y claro, a diferencia de la Navidad o el Día del Niño —donde el ojo y la obsesión están puestos en los regalos—, en esta celebración la idea es comer chocolate al más puro estilo de Augustus Gloop, el niño goloso de Charlie y la fábrica de chocolate, es lo que da vida a esta festividad.

Mientras se acerca el día, los papás y mamás nos ponemos tiritones, porque si bien uno puede dosificar la cantidad de chocolate que se comen, tendríamos que evitar visitas de abuelos, tíos y familiares, que aparecen con otros cuantos huevos bajo la manga, para lograr un consumo prudente.

Ese domingo parte siempre temprano, con la ansiedad de ver si el conejo pasó a dejar los huevitos, y la ingesta chocolatosa no cesa durante las próximas horas. Pero no todo tiene que ser en base a este elixir café y con dosis exacerbadas de azúcar: podemos buscar opciones igual de ricas pero más sanas que reemplacen al chocolate, entretenciones distintas, decoraciones emocionantes. Para eso, en Práctico compartimos algunas ideas.

Partamos por lo más esperado: el chocolate. Quizás la respuesta no está en prohibirlo sino más bien en mejorar la calidad. Es preferible, por lo tanto, comprar menos huevitos pero menos procesados. Pero, ¿cómo distinguir uno de otro? ¿En qué fijarnos al elegir ?

María Jesús Palma, jefa de marketing de la clásica chocolatería Varsovienne, nos entrega algunos consejos que pueden servir a la hora elegir el tipo de chocolate que vamos a comprar:

1) Color brillante y parejo: La primera impresión importa y la presentación de un chocolate, también. Un chocolate de calidad, independiente de su tipo, debe tener un color brillante y un tono parejo en toda su superficie, garantizando las condiciones y temperaturas óptimas desde su fabricación.

2) Consistencia: Un chocolate de calidad suena. Los amantes del verdadero chocolate identifican su calidad a través de un buen quiebre, por el sonido seco que éste realiza. A la par con ese sonido, va la consistencia. A mayor porcentaje de cacao, un buen chocolate también toma más tiempo en derretirse al tacto, y en menor porcentaje se disuelve rápidamente, debido a su alto contenido de aceites o grasas.

3) Ingredientes: A mayor porcentaje de cacao, mejor. Pero independiente del tipo de chocolate, siempre es importante ver sus ingredientes: entre menos tenga, de mejor calidad será el producto. Y de ellos, la mayor cantidad deben ser de origen natural —cacao, leche, frutos secos— y la menor cantidad de aditivos, grasas, aceites o añadidos cuya función desconozcamos.

4) Aroma: Un buen chocolate también debe ser un producto aromático, factor que indudablemente indica su calidad. Su aroma permite asociar el tipo de chocolate y los ingredientes que contiene, pero siempre tiene que predominar un intenso olor a chocolate.

5) Sabor y textura: El factor clave, por supuesto, es su sabor. Un buen sabor a chocolate, y una lenta y equilibrada disolución en boca, determinan una buena calidad.

Rubio 32% cacao, blanco Icoa 34% cacao, leche 36% de cacao y bitter 63% cacao.

El surtido trae cuatro sabores: leche praliné avellana, blanco praliné avellana, leche pistacho y bitter dulce de leche.

Este estuche de pascua contiene un conejo de chocolate belga de leche, relleno de dulce de leche, y cuatro huevos de chocolate belga, en variedades leche y amargo, rellenos de pasta de avellana crocante.

Una excelente opción para que no toda la atención esté puesta en los huevos de chocolate, es convertir la Pascua en algo más que simplemente comer dulces. Decorar la mesa para el desayuno o dejar todo listo y lindo para el paso del conejo, puede ser una buena fórmula en la que los niños pueden participar.

Delicado y tierno diseño de conejos perfecto para decorar tu mesa en Pascua. Solo agrega unos huevos de chocolate y ¡listo! ¿Qué contiene? Pack de mesa: 6 Individuales en papel bond formato 33 x 45 cm / 6 Estuches para servilletas y cubiertos / 6 Servilletas 20x20cm.

Incluye: Máscara de conejo. Canasto y bandeja Zanahoria. Set de pistas. Este es un juego diseñado y fabricado en Chile, con material 100% reciclable. Recomendado desde los 3 años.

El conejito no tiene por qué dejar solo chocolate: pueden haber otras sorpresas, que ayuden tanto a dosificar la cantidad de azúcar como también a diversificar la oferta, por si a alguno no le gusta tanto el chocolate o tiene problemas con la lactosa. Existen más posibilidades en el mercado que también se ajustan a la temática de la festividad.

Francisca Schultz es dueña de La Pastel, un espacio de repostería artesanal y de autor, con sede en Concón, Región de Valparaíso. Tiene un catálogo especial para esta Pascua, con una variedad de opciones que van más allá del chocolate: carrot cake, conejitos de manjar o, por ejemplo, esta opción de galletas para decorar que además de deliciosas, son además perfectas para pasar un buen momento con los niños pintándolas. Vienen 6 galletas, pincel y paleta de colores. Precio: $7.500. Para hacer pedidos deben escribirle a su whatsapp +56 9 8206 1493. Pedidos para Santiago sólo hasta este sábado 1 de abril (recargo de $6.000 por envío). Para Maitencillo, Zapallar y Cachagua, hasta el martes 4 de abril. Para Concón y Viña del Mar, hasta el jueves 6 de abril.

También pueden encontrar estas paletas de galletas oreo. Precio $2.000 c/u

Por último, aunque nos reste tiempo —que muchas veces no tenemos—, existe la opción de hacer cosas con nuestras propias manos, para decorar o simplemente pasar tiempo de calidad con nuestros hijos. O algunas ideas con las que podemos sorprenderlos.

Para muchos niños, el conejo de Pascua esconde huevos para que ellos encuentren canastos con chocolates y golosinas. Pero mientras reparte a los niños, ¡también deja un rastro!

Una excelente idea es sorprenderlos con unas huellas blancas y mágicas la mañana de Pascua. Con unos sencillos materiales, crea estas marcas para que las encuentren los más pequeños y los guíen hacia los huevitos.

• Plantilla de la huella del conejo
• Tijeras y/o cortapapeles
• Harina
• Colador

1. Imprime o dibuja la plantilla de huellas del conejo de Pascua en papel grueso (como cartulina) que aguante el peso de la harina.
2. Recorta las huellas para crear una plantilla.
3. Tamiza la harina y espolvorea una capa sobre la plantilla de huellas.
4. Cuando hayas terminado, vuelve a poner el colador en el bol o plato para evitar que se derrame.

El conejo de Pascua no es el único al que le gustan las zanahorias: a tus hijos también les podrán gustar, al menos en estos conos con su forma. Para hacerlas, necesitarás cartulina naranja y filtros de café, cinta adhesiva de doble cara, pintura verde para manualidades, cordel, una pinza de la ropa, una percha de alambre, papel de cocina y tijeras.

1. Mezcla unas gotas de pintura verde para manualidades con agua hasta que adquiera la consistencia de la leche. Sumerge los filtros de café en la mezcla de pintura hasta que estén totalmente saturados (puedes hacerlo varias veces a la vez).
2. Exprime el exceso de pintura y deja secar los filtros sobre papel de cocina o cuélgalos de una percha con un clip o una pinza.
3. Recorta y enrolla la cartulina en forma de cono, pegando los lados con cinta adhesiva de doble cara. Recorta el centro de los filtros de café pintados.
4. Pega el papel sobrante al borde interior del cono con cinta adhesiva de doble cara. Rellena el cono de “zanahoria” con pequeños dulces y amarra el cordel alrededor de la parte superior para cerrarlo.

Pintar huevos de Pascua es toda una tradición en Semana Santa. Para los niños, vaciarlos y decorarlos como más les guste puede ser una actividad muy divertida. ¿Cómo hacerlo?

• Huevos
• Una aguja
• Bol o cuenco
• Paño de cocina
• Bombilla para soplar
• Jeringa de remedios

Consejo: realiza el vaciado del huevo sobre una superficie que se pueda limpiar con facilidad, porque es fácil ensuciar.

1. Con una aguja, haz dos agujeros en los extremos puntiagudos del huevo, uno un poco más grande que el otro. Puedes soplar o también introducir la jeringa por el agujero más pequeño, y echar aire con cuidado para que vaya saliendo la clara y la yema por el otro extremo en el bol. Puedes limpiar el interior echando agua con la jeringa y sacándola de la misma forma.
2. Deja que el huevo se vacíe completamente y sécalo con cuidado. Espera un rato antes de pintar. Para hacerlo puedes utilizar pintura acrílica o plumones permanentes.
3. Comienza a pintar el huevo sujetándolo por los extremos, y sigue avanzando hasta que esté completamente pintado. Déjalo secar sobre una tapa de botella y decóralo a tu gusto.

*Los precios y productos de este artículo están actualizados al 17 de marzo de 2024. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.