La berenjena es una de las joyas de la cocina mediterránea. Es una fruta que se cultiva desde hace unos cuatro mil años: los datos más antiguos sitúan su origen en Asia, al noreste de la India, Birmania y sur de China. Debido al comercio se extendió al norte de África y luego, en la Edad Media, entró a Europa por la España musulmana, donde proliferó su cultivo por los países cálidos del Mediterráneo.

A diferencia de casi todas las frutas u hortalizas, la berenjena no se come cruda. Pero eso no la vuelve menos nutritiva: tiene un gran aporte en potasio y ácido fólico. También es rica en vitamina B6, vitamina B1 y magnesio. Como refleja su color morado, contiene antocianinas, de acción antioxidante, por lo que se recomienda para prevenir la prevención de enfermedades cardiovasculares y degenerativas.

Desde el punto de vista culinario, una de las mejores formas de preparar la berenjena es al horno. Este método mejora notablemente su textura, al consolidar su carne, y concentra de forma única los sabores. En esta receta, Jorge Keymer recomienda asarlas junto a otros vegetales, y luego con ellos cocinar la sopa más reconfortante y rica, ideal para estos días fríos y lluviosos. Uno de sus los secretos de la receta es la base de caldo de verduras, que puede servir para preparar cualquier otra sopa que tengas en mente.

Sopa de berenjenas asadas

Ingredientes (para 4 a 6 porciones)

  • 1 kg de berenjenas
  • 3 tazas de caldo de verduras
  • 1 tomate pera
  • 1 cebolla blanca mediana
  • 6 a 8 dientes de ajo
  • ½ cucharada de tomillo fresco
  • 1 cucharada de cilantro fresco
  • 1/3 de taza de aceite de oliva
  • Sal y pimienta a gusto.

Para el caldo de verduras

  • 1 cebolla
  • 3 zanahorias
  • 3 dientes de ajo
  • 2 ramas de apio
  • 5 lt de agua.

La sopa

  1. Para el caldo de verduras, poner a cocer la cebolla, la zanahoria, el apio y el ajo, todos cortados en trozos grandes, en el agua fría y a fuego alto. Una vez que rompa el hervor, bajar al mínimo y cocinar por al menos dos horas. Opcionalmente, se pueden agregar otros vegetales, como puerro o cebollín, y también hierbas aromáticas, como laurel u orégano. Pasado el tiempo, filtrar y reservar en frascos. Este caldo puede durar cuatro días en el refrigerados y varias semanas en el congelador.
  2. Para la sopa, comenzar precalentando el horno a 200 °C.
  3. Quitar el tallo de las berenjenas y luego cortarlas por el medio, a lo largo.
  4. Inmediatamente, agregarle sal por la parte interior y llevarla a un molde o bandeja apta para el horno junto con el tomate y la cebolla, ambos partidos a la mitad, y los ajos. Agregar un poco de aceite de oliva encima de todos los ingredientes.
  5. Llevar al horno. Cuando los ajos se empiecen a dorar —a los 10 o 15 minutos—, retirarlos del horno, al igual que el tomate y la cebolla. La berenjena será la que más se demore, quizás unos 20 o 25 minutos. Sacar del horno cuando se vea cocinada, blanda y luzca deshidratada.
  6. Luego, llevar todos los ingredientes, junto a una taza de caldo, a la licuadora y luego verter la mezcla en una olla. Agregar el resto del caldo.
  7. Añadir sal, pimienta, tomillo y probar el sabor. Rectificar si hace falta.
  8. Decorar con trocitos de queso de cabra y nuez molida.