Sal: descubre la diferencia entre los distintos tipos que existen en el mercado
¿Rosada? ¿De mar? ¿Del Himalaya? ¿Para asados? Te contamos los beneficios de cada una.
En el mercado existen una serie de alternativas de sal dentro de las cuales podemos escoger. Algunas más caras y otras más baratas, nos llaman la atención por sus colores o por la diferencia en sus texturas. Pero ¿cuál es la diferencia entre cada una? ¿Importa cuál usaremos?
Sal de mesa: Se trata de la sal básica que por lo general se encuentra en las cocinas de todos y todas. Es ideal para masas, como la del pan o pizza, por ejemplo, porque es fina y no se sienten los cristales al morder. También queda muy bien como aliño o para salar las preparaciones en el día a día.
Sal rosada del Himalaya: Acá vamos a entrar en polémicas. Se trata de un producto que con los años se puso de moda, elevando su precio y generando varios mitos en torno a sus supuestos beneficios. Supuestamente, es la cantidad de sodio en la sal la que hace que pueda ser- en exceso- perjudicial para la salud de las personas, pero resulta que según la OMS la sal rosada tiene la misma cantidad de sodio que la sal de mesa, por lo que ahí no hay mucha diferencia. Sus puntos a favor, en tanto, son que se trata de un tipo de sal no refinada y que además cuenta con minerales como el hierro, que son favorables para la salud de las personas.
Sal de mar: La sal marina, al igual que la sal rosada, no suele estar refinada, lo que es un punto a favor para las personas que tienen problemas con ese ítem. Además, aportaría magnesio y calcio, al mismo tiempo que podría prevenir la deshidratación que caracteriza al consumo de sal.
Sal kosher: No es tan popular en Chile como sí lo es en Estados Unidos y Europa, pero este tipo de sal es muy utilizada por chefs profesionales para condimentar sus preparaciones. Esto, debido a que al ser gruesa es más sencillo manejarla entre los dedos, consiguiendo utilizar solamente la cantidad deseada.
Sal parrillera: Tal como sucede con la sal Kosher, se recomienda usar sal parrillera porque al ser gruesa, es más sencillo manejarla y evitar así usar más sal de la que quisiéramos. Además, las carnes la absorben bastante bien.
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