De entre todos los regalos maravillosos que nos ha prodigado el Amazonas, hay un fruto que destaca por sobre los demás: la perfumada maracuyá, también conocida como fruta de la pasión, ácida y dulce a la vez.

Es una baya con forma de globo, a veces ovoide, que puede ser amarillo o de color morado. Se estima que cada una contiene en promedio unas 300 semillas, donde cada una de ellas está rodeada de una membrana viscosa que contiene el jugo aromático donde se concentran sus vitaminas y nutrientes.

Como el caroteno, que favorece la formación de vitamina A —una porción de maracuyá aporta el 6,4% de esta vitamina—, que tiene efecto antioxidante y es esencial para la piel, el cabello, las mucosas, los huesos, la visión y el sistema inmunológico.

Además, su color nos indica que es una buena fuente de vitamina C, aportando en una porción el 40% de la dosis diaria recomendada, ayudando a la absorción del hierro, la formación de glóbulos rojos y colágeno.

Finalmente, la maracuyá es rica en potasio, básico para la generación y transmisión de impulsos nerviosos y la actividad muscular; en fósforo y magnesio.

Aunque su pulpa puede disfrutar sola, en jugos, en batidos o combinada con un yogurt, la cocinera Sofía Van De Wyngard nos propone una forma rica y sana de hacerlo con esta receta de cheesecake. Su base son galletas sin azúcar y en el relleno, el queso crema se reemplaza por queso fresco o quesillo. Toda una delicia con menos grasa y calorías.

Cheesecake de maracuyá saludable

Ingredientes (para 12 porciones)

  • 260 gr de galletas sin azúcar
  • ¼ de taza o 60 ml de aceite de coco, oliva o de maravilla.
  • 1/3 de taza u 80 ml de la leche que prefieras.

Para el relleno

  • 500 gr de pulpa de maracuyá
  • 800 gr de queso fresco o quesillo sin sal
  • ¾ de taza o 90 gr de algún endulzante en polvo, de preferencia alulosa o tagatosa.
  • 2 sobres o 15 gr de gelatina sin sabor.

Preparación

  1. Para la base, triturar las galletas en una procesadora, luego juntar con el aceite y la leche y mezclar hasta lograr una masa compacta. Traspasar la masa a un molde de 20 centímetros de diámetro y aplastar muy bien en el fondo. Una vez listo, reservar en el refrigerador.
  2. Para el relleno, separar el jugo de las pepas de maracuyá y reservar estas últimas para el final. Con una minipímer o licuadora, triturar el queso fresco o quesillo hasta que quede como una pasta.
  3. Diluir la gelatina en una taza de agua hirviendo e incorporar al queso ya triturado, junto con todo el resto de los ingredientes del relleno que faltan por agregar. Mezclar todo muy bien y de forma manual, hasta que no quede ningún grumo.
  4. Verter el relleno sobre la base de galletas y llevar al refrigerador por aproximadamente dos horas, o hasta que cuaje por completo.
  5. Decorar con las pepas de maracuyá la parte superior y listo.