La gastronomía marroquí es un festival de sabores y colores. Las especias son protagonistas de cada plato, e incluso paseando por sus calles principales es inevitable percibir los deliciosos aromas característicos de sus recetas.
Si bien se basa en las claves de la comida mediterránea, es singular por el uso de aliños a destajos. Acá no le tememos ni al comino ni a las distintas pimientas, que condimentan cada preparación.
“La mezcla de las especias que denominamos ras el hanut -cúrcuma, jengibre molido, pimienta, comino, pimentón y canela- es fundamental, lo echamos casi a todos los platos”, dice Aissa Belaachaj, dueño del restaurant marroquí basado en España, Al Jaima, y agrega que hay otros ingredientes como las verduras o las carnes de res, pollo y cordero sin las que tampoco se puede pensar la gastronomía de Marruecos.
Los platos clásicos que más vemos replicados en Chile son el cous cous en sus distintas versiones, el tahine, el humus y el pan árabe, más grueso que un pan pita.