Aunque decir “sopa fría” nos suene a oxímoron en Chile, en muchas partes del mundo no es una contradicción absurda sino un plato veraniego común y corriente, una buena solución para esos días en los que el calor aplasta como un yunque y lo último que uno desea es prender el horno ni poner comida al fuego.
Muy típicas del medio oriente —como el cacık turco— y del sur europeo —como el gazpacho o la tzatziki—, estas sopas no requieren de más esfuerzo que tener a mano ingredientes frescos y una buena licuadora. Son fáciles y rápidas, sabrosas y ligeras como para funcionar de entrada, pero si se le añaden algunos productos extra —como un buen pan pita y/o algunos frutos secos— podrían ser suficientes para un almuerzo o cena livianos.
Esta receta de Nicole Palominos incluye el clásico pepino, hortaliza estrella de los meses calurosos, pero también palta, que le aporta cremosidad y contundencia, y crema de coco, para darle un toque tropical. Esta última, si se quiere un resultado ligeramente ácido, puede ser reemplazada con yogur natural sin endulzar. Un plato adictivo, capaz de sorprender en un almuerzo con invitados o como solución rápida para una noche acalorada.
Sopa fría de pepino y palta
Ingredientes (para 4 porciones)
- 1 palta mediana madura
- 1/2 pepino pelado y sin semillas
- 100 cc de crema de coco
- Agua mineral con gas
- Hielo
- Jugo de limón
- Hojas de cilantro o perejil
- Sal
- Pimienta
Preparación
- Poner en la licuadora todos los ingredientes y procesar.
- Añadir agua mineral hasta lograr una textura de sopa ligera pero tersa: ni tan cremosa pero tampoco tan líquida.
- Servir fría en platos hondos, decorada con hojas de cilantro o perejil por encima.