Belén Sánchez, nutricionista estudiosa de la microbiota: “Lo que comemos nos afecta en cómo nos sentimos y en nuestro estado de ánimo”

Belén Sánchez



Cuando la nutricionista chilena Belén Sánchez llegó a España para hacer un Máster sobre nutrición clínica en la Universidad Complutense de Madrid, conoció a @blancanutri, una profesional que ha sido pionera en la dietoterapia, el estudio de la microbiota y también en cambiar el paradigma que asocia la nutrición con adelgazar o engordar. “Ella hace poco publicó un nuevo libro llamado Dime qué comes y te diré qué bacterias tienes, en el que enseña la conexión intestino-cerebro establecida por la microbiota, es decir, cómo lo que comemos afecta en cómo nos sentimos, nuestro estado de ánimo, en la ansiedad, entre otras cosas”, dice Belén, quien después de conocer el trabajo de esta nutricionista la contactó para pedirle ser parte de su equipo. “No perdía nada con escribirle, así que lo hice. Al parecer mi currículum le interesó, me sugirió tomar unos cursos sobre microbiota y después de eso, me llamó a ser parte de su equipo”, cuenta.

De eso han pasado dos años en los que Belén (@nutricion.bs) se ha especializado en patologías digestivas. “Desde la nutrición tratamos diferentes patologías como Colon irritable, Gastritis, Estreñimiento y múltiples síntomas difusos asociados a alguna alteración digestiva, a través del estudio de la microbiota, que son los microorganismos que viven dentro del intestino (bacterias, hongos, parásitos) y que tienen una función que aporta beneficios para el organismo. Esto siempre y cuando estén en equilibrio, pues cuando hay alguna alteración como que unos crecen más que otros, aparecen estos síntomas”, explica.

¿Cómo se desequilibra?

Las causas son múltiples, pero una importante es la mala alimentación; el exceso de alimentos procesados, bebidas azucaradas, café, alcohol y otros factores como el estrés o algunos tratamientos con antibióticos. Esto es lo más común. Y lo que suele ocurrir en consulta es que llegan personas con síntomas como hinchazón o dolor abdominal, y se les diagnostica Colon irritable, les dan algunas recomendaciones como no tomar café o no comer frituras y les dan Omeprazol u otra pastilla. El problema es que a mucha gente esto le funciona, el medicamento les ayuda, pero es una solución parche pues no ataca la causa sino que sólo los síntomas. Además ya comienzan a haber las primeras investigaciones que dicen que el uso prolongado de este tipo de medicamentos no es bueno porque puede causar problemas en los huesos, y yo he visto en consulta que llegan personas que los toman durante 20 años y efectivamente tienen este tipo de problemas.

¿Dices que no se deberían tomar este tipo de medicamentos?

No digo que estos medicamentos no funcionen, sí alivian a muchos pacientes. El problema es que se ha normalizado su uso. Alguien llega con estos síntomas y se le receta un medicamento que ataca el síntoma, pero no la raíz del problema. Y lo que nosotros hemos visto, es que muchas veces esa raíz está en el desequilibrio de la microbiota, por tanto podemos buscar otras alternativas.

¿Como un cambio en la alimentación?

En las últimas décadas la alimentación de las personas ha cambiado bastante. Hoy hay cada vez más alimentos procesados y a esto se le suma estilos de vida estresantes. Todo esto afecta nuestro intestino que tiene una mucosidad que actúa como barrera protectora para bloquear la entrada de tóxicos desde el intestino a la circulación sanguínea. Si esta capa protectora está dañada se pueden generar infecciones o síntomas molestos. Lo que hemos visto es que esta mucosa se puede recuperar con una adecuada alimentación.

¿Y cómo debe ser esa alimentación?

Alimentación que el cuerpo pueda digerir. Porque hay alimentos que son sanos, pero que tienen un tipo de fibra que cuando el intestino no está del todo bien, se deben evitar. También se deben espaciar las comidas, no comer procesados o evitarlos dentro de lo posible; tener una alimentación variada también es importante. En consulta muchas veces les preguntamos a las personas qué desayunan y la mayoría responde que siempre lo mismo. Ese es un error porque los alimentos nos entregan diferentes compuestos de los cuales se alimentan nuestras bacterias.

Entonces, una alimentación vegetariana –que solemos asociar más a lo saludable– ¿no es buena para la microbiota?

Para la microbiota, entre más variedad, mejor. De esta manera estará lo más equilibrada posible, pues hay bacterias, sobre todo las proteolíticas, que se alimentan de proteínas como la carne. Eso es así, no se puede cambiar. Faltan muchos estudios y mucho por saber de la microbiota, pero creo que los vegetarianos o veganos podrían tener una alimentación saludable mientras sepan suplir aquellos alimentos y sean ordenados con eso.

¿Y las dietas?

Disminuir los alimentos procesados implica también reducir, por ejemplo, los productos light, que suelen ser parte de las dietas. Mucha gente los consume para bajar de peso, pero tienen muchos componentes, conservantes, endulzantes que se ha visto que alteran la microbiota. Por eso es importante el cambio de paradigma, porque uno tiene que comer bien para estar saludable, no para verse de una determinada manera.

Las personas suelen consultar a un nutricionista sólo por peso y no tanto por salud ¿ese es el paradigma que hay que cambiar?

Ya está empezando a cambiar, pienso. Poco a poco con información, vamos a dejar de normalizar vivir con síntomas como estreñimiento o exceso de gases. Vamos a entender que esto no es parte de una salud óptima. Y también a darle más importancia a la nutrición que por mucho tiempo las personas la asociaban más que nada a lo estético. Y es que es impresionante todo lo que podemos hacer a través de la alimentación. Yo he visto pacientes que llegan a la consulta con un nivel de ansiedad alto y que luego de un cambio en su alimentación, mejoran. Tengo correos de pacientes que me cuentan eso, o cómo mejora su energía: se despiertan en la mañana con más ánimo o duermen mejor. Algunos tienen fatiga o despiertan cansados y un par de meses después de cambiar la dieta, su energía es otra. Estamos hablando de salud.

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