Paula 1133. Sábado 26 de octubre 2013.
Nuevas tiendas y productos elaborados con materias primas del Sur de Chile, en Valdivia y Villarrica.
La nueva tienda de Majen en Valdivia
Motivada por su natural afición a hacer jabones y aguas aromatizadas, en 2008 la ingeniera comercial Consuelo Soto empezó en Valdivia un emprendimiento en cosmética natural cuya fórmula ha sido un éxito: todos los productos se elaboran en una pequeña planta ubicada en Puerto Montt con materias primas de primera y un alto contenido de aceites esenciales, algunos importados de Alemania con certificación Bio. Tan bien le ha ido con el desarrollo de su marca, que no le ha quedado otra que crecer: hace pocos meses inauguró una nueva tienda en una antigua casona del centro de Valdivia impecablemente restaurada, donde también construyó un laboratorio para aumentar su capacidad de producción. Al centro del nuevo local hay un lavatorio para enjuagarse las manos, así que todos los productos, desde jabones hasta aceites hidratantes, se pueden probar para sentir la experiencia de un producto 100% natural. Beauchef 625, fono (63) 20 7214. www.majen.cl
Con agua de lluvia y aceites esenciales se elaboran los productos de Majen, que en mapuche significa lluvia y estrenó nueva tienda en Valdivia. Entre jabones, exfoliantes y aceites hidratantes, las estanterías exhiben también las últimas novedades, como la línea de bebé hecha con hierbas maceradas. (Puntos de venta en Santiago en www.majen.cl).
La fábrica de Agualluvia en Villarrica
El origen de la fábrica artesanal de productos de belleza Agualluvia tiene mucho que ver con Chipre y el maestro sufi Sheikh Nazim, líder de la orden Naqshbandi, de quien el bioquímico chileno Matías Vicente, fundador de la marca, es seguidor hace varios años. Cuando se casó en Chipre con su mujer chilena, Vicente recibió un consejo de su maestro: "Busca un lugar donde vivir en el campo y ten cabras". Guiados por esta premisa, la pareja se instaló en una parcela cerca de Villarrica con un pequeño rebaño de cabras, sin tener muy claro qué hacer con ellas. Hasta que un día se les ocurrió que podían fabricar jabones. Después de experimentar con varios ingredientes y fórmulas, en 2004 se lanzaron al mercado los primeros jabones de Agualluvia, cuya base se elabora con agua de lluvia, leche de cabra y un alto porcentaje de aceites vegetales –oliva, almendras y coco–. En el camino han ido incorporando aguas tonificantes para el rostro, sales de baño y almohadillas de ojos y ahora acaban de sumar champús cuya fórmula tardó dos años en desarrollarse, en un riguroso compromiso de la marca con ofrecer productos de calidad. La fábrica de Agualluvia está en Quetroco, donde funciona también el primer centro sufi de Chile. Además de una bien surtida sala de ventas, en el lugar se organizan actividades como retiros y jornadas de meditación. Si se coordinan previamente, se pueden organizar visitas guiadas a la fábrica y cursos para aprender a hacer jabones. Quetroco, km 15 del camino de Villarrica a Lican Ray. www.agualluvia.cl.
La fórmula de los recién lanzados champús de quillay de Agualluvia tardó más de dos años en desarrollarse y no contiene lauril sulfato, un petroquímico irritante (puntos de venta en Santiago en www.agualluvia.cl).
Vecina a los terrenos de una comunidad mapuche, la fábrica Agualluvia elabora desde hace casi una década jabones, aguas tonificantes, sales de baño y otros productos cosméticos formulados exclusivamente con ingredientes naturales. El agua la recolectan de las abundantes lluvias sureñas y algunos componentes llegan del Norte de Chile, como el aloe vera y la sal del desierto de Tarapacá.