La caída del pelo producto del estrés
En estos días de ansiedad y confusión, la mente y el cuerpo pueden reaccionar de distintas maneras y un ejemplo común en cuanto somatización es la caída del pelo. Cuando esta situación se agudiza y diagnostica como patología, se conoce como alopecia.
La alopecia puede tener muchas causas y en ellas se incluye el estrés. Según Claudia Moreno, dermatóloga de la Clínica Indisa, "el estrés emocional es una importante causa de alopecia debido a que se acorta el ciclo del pelo y éste se cae más rápido, principalmente en áreas de la frente. A este fenómeno se le conoce como Efluvio Telógeno". Moreno también aclara que existe otra condición, donde se pueden ver "pelones" o áreas redondeadas sin pelo en el cuero cabelludo que "se producen por una alteración del sistema inmune que ataca al folículo piloso porque lo reconoce como extraño, lo que se conoce como Alopecia Areata".
A pesar de que normalmente la caída del pelo se relaciona al cabello graso -ya que tapa los poros y ahoga al folículo-, en casos relacionados al sistema nervioso el problema es transversal. Tanto el estilo de vida como momentos de tensión importantes, cambios hormonales -como el período de lactancia o la menopausia- o el desaceleramiento de la regeneración celular con el paso del tiempo, son algunos de los factores que pueden provocar la pérdida de pelo.
En momentos de cuarentena, y con la situación que estamos viviendo a nivel mundial en que aparece la angustia y la ansiedad, no es raro que el cuerpo reaccione, y en muchos casos lo haga perdiendo pelo de manera repentina. "Se trata del síntoma de un problema que, cuando se han descartado factores fisiológicos, lleva a la necesidad de enfrentarlo con ayuda psiquiátrica", dice el sicólogo y académico de la Facultad de la Sicología de la Universidad de Los Andes, Benjamín Reyes. "Es fundamental prevenir el aumento súbito de los niveles de estrés a través de nuevas rutinas, apoyo de los cercanos, crear nuevos hábitos de actividad física dentro del hogar, diferenciar los momentos de trabajo y ocio, permitirse espacio para estar solos, entre otras opciones", comenta.
En el día a día existen diferentes maneras de combatir el problema, además del apoyo en términos de salud mental. Uno de ellos es la alimentación, para la que se recomienda el consumo de productos ricos en colágeno, silicio, omega 3, proteínas, zinc, hierro y antioxidantes. Para incorporarlos en la dieta la nutricionista Camila Quevedo recomienda: "Caldo de hueso y caldo de pollo para incorporar colágeno; mijo y arroz integral para el silicio; alimentos de origen marino, como pescados y algas además de semillas de chía y linaza para el omega 3, además de también pescados, mariscos, carnes y semillas de calabaza para el zinc". Para el aporte de hierro, recomienda el consumo de kale, acelga y legumbres y carnes rojas. "En cuanto a antioxidantes, se aconseja el consumo de frutas cítricas, hojas verdes, palta, zanahoria y berries, ya que previenen el daño producidos por los radicales libres".
Otra forma efectiva para prevenir y controlar la caída del cabello son ciertos hábitos relacionados a su cuidado diario como, por ejemplo, la adecuada elección de champú y bálsamo. El corte de pelo también es imprescindible: "Se recomienda cortarlo cada tres meses", dice la peluquera Andrea Silva, "siempre es bueno darle fuerza y para eso recomiendo cortar un centímetro trimestralmente. Así se mantendrá fuerte y sano", dice.
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