Castores en París
Desde hace cuatro años un grupo de artistas y humanistas de distintos países se reúnen en Tierra del Fuego para trabajar con científicos de la zona y analizar el problema de los castores, especie que amenaza la Patagonia. El proceso –retratado en fotos, videos e instalaciones– se transformó en una exposición que ahora se muestra en París en la Fundación Kadist.
Desde hace cuatro años un grupo de artistas y humanistas de distintos países se reúnen en Tierra del Fuego para trabajar con científicos de la zona y analizar el problema de los castores, especie que amenaza la Patagonia. El proceso –retratado en fotos, videos e instalaciones– se transformó en una exposición que ahora se muestra en París en la Fundación Kadist.
Los castores fueron introducidos en Tierra del Fuego en 1940 para desarrollar la industria de las pieles, pero el negocio no funcionó y, al no tener depredadores, se convirtieron en una plaga que desde entonces destruye el bosque y altera el ecosistema. Eso ha motivado que habitantes del lugar, científicos y organizaciones busquen su erradicación definitiva. Sin embargo, decidir exterminar una especie para salvar otras no es una decisión fácil. Esa complejidad fue lo que motivó a Bárbara Saavedra, directora de la Wildlife Conservation Society en Chile y encargada de la conservación del Parque Karukinka, ubicado en la Isla Grande de Tierra del Fuego, a aceptar la propuesta de la artista Camila Marambio de convocar a artistas, humanistas y científicos para discutir el tema y aportar nuevas miradas al conflicto. "Nuestro proyecto consistía en aportar con preguntas desde otras áreas, para revisar las soluciones que ya existían", dice Marambio, ex curadora de Matucana 100 que viene trabajando desde hace un tiempo con exposiciones que incluyen un proceso de discusión y creación de conocimiento. Su proyecto en Tierra del Fuego –llamado Ensayos por usar la metodología de prueba y error– consiste en una exposición de fotos, videos e instalaciones que recrean la Patagonia y presentan el conflicto del castor, en una muestra que se exhibe en París hasta el 27 de julio, en la Fundación Kadist bajo el nombre Beyond the End.
Con los contactos que Camila Marambio creó en estudios y residencias en Nueva York, Amsterdam, Nueva Zelanda, Noruega y París, la artista logró agrupar a 20 personas de distintas disciplinas y nacionalidades en Tierra del Fuego, para trabajar en torno a lo que llaman el asunto castor. Entre 2010 y 2013 el grupo ensayó distintas colaboraciones mediante la observación, la escucha, el mapeo, pero también usando técnicas menos convencionales. Este verano, por ejemplo, artistas y científicos se convirtieron en castores, usando disfraces y realizando sus movimientos. "Lo ridículo es un espacio incómodo y en esa incomodidad se pueden producir nuevos sentires", dice Marambio.
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