Clásicos perrunos
Una novela, un ensayo y una compilación de buenos cuentos sobre perros. Tres clásicos que los amantes de estos animales no pueden dejar de conocer.
Paula 1131. Sábado 28 de septiembre 2013.
Una novela, un ensayo y una compilación de buenos cuentos sobre perros. Tres clásicos que los amantes de estos animales no pueden dejar de conocer.
Las mejores historias sobre perros, varios autores (Siruela)
Más que una antología amplia, esta es una compilación de relatos de autores anglosajones que han escrito sobre perros desde sus diferentes talantes propios: una historia épica y heroica de Jack London, una anécdota hilarante de P. G. Woodehouse, un enigma detectivesco y genial de G.K. Chesterton, una crítica simbólica de la cultura de Virginia Woolf –fragmento de la famosa y fallida biografía novelada de Flush, el perro de la poeta Elizabeth Barrett-Browning– y, para coronar, un cuento magistral de Rudyard Kipling, entre otros textos más o menos valiosos. La gracia, entonces, está en la variedad literaria más que en la penetración al alma canina, pero es una muestra suficiente y variada de lo inspiradores que resultan los perros para el despliegue del arte de narrar.
Cuando el hombre encontró al perro, de Konrad Lorenz (Tusquets)
El célebre zoólogo alemán, premio Nobel de Medicina en 1973, escribió en 1950 este libro que se aleja de la ciencia, aunque está lleno de conocimiento, y se acerca a una comprensión profunda del vínculo entre el ser humano y la naturaleza a través de la histórica relación entre el hombre y el perro. Descubre que los ancestros caninos son el chacal y el lobo, que su entendimiento del lenguaje humano es el más alto entre todos los animales, y que la fidelidad perruna ha enseñado al hombre un sentido ético invaluable. Su amor por los perros es enorme: escribe, por ejemplo, que "la perra es de entre todos los seres vivos aquella cuya vida síquica más se acerca a la del ser humano en lo que respecta al comportamiento social, delicadeza de sentimientos y capacidad para una amistad auténtica, o, lo que es igual, el más notable de todos los animales. Y no deja de resultar peregrino que, en inglés, su nombre se haya convertido en un grosero insulto". Los amantes de los perros encuentran aquí fundamentos sólidos y reflexiones entrañables para sus sentimientos.
Mi perra Tulip, de J.R. Ackerley (Anagrama)
El autor inglés (1896-1967) fue un crítico muy relevante –promotor, por ejemplo, de los poetas W.H. Auden y Philip Larkin–. Además de ser un gay conocido, sin complejos, y viajero consumado, fue autor célebre de obras biográficas originales, libres y agudas como Mi padre y yo y Mi hermana y yo. En 1956 publicó este libro delicioso y excéntrico sobre su relación tardía con una perra –nunca había sido especialmente canino– con la que compartió 16 años de su vida y a la que se decidió hacer feliz a toda costa. Desde la sexualidad de Tulip hasta las dificultades de convivencia con sus amistades gatunas, la novela narra con detalle un amor incondicional, más allá de lo razonable, y muestra con fervor tanto el alma y los feroces deseos de cariño del animal, como la inteligencia y pasión desatados de su amo.
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