Cómo combatir el comportamiento obsesivo de chequearse el cuerpo
Naturalmente hay ocasiones en las que la apariencia es una preocupación, pero ¿y si esta práctica se convierte en un comportamiento compulsivo? Hacerse consciente de la diversidad de cuerpos es una herramienta clave para combatir esta obsesión.
Más de alguna vez, los detalles del cuerpo son motivo de observación, ya sea al mirarse en el espejo, al pesarse o al mirar una foto del pasado. Sin embargo, cuando estas prácticas son frecuentes y más obsesivas son señales de un comportamiento llamado body checking. Este concepto hace referencia a una conducta compulsiva en la cual se está constantemente manteniendo un control o chequeo del cuerpo: pesarse varias veces al día, medirse, pellizcarse la piel o compararse con otras figuras “ideales”.
Según explica la psicóloga especialista en trastornos alimentarios, Marcela Gallegos, uno de los factores influyentes de esta práctica tiene que ver con la insatisfacción corporal y con las comparaciones constantes con otras personas. “Desde esa mirada, las redes sociales, sobre todo Instagram, y la figura de las celebridades, impactan en nosotras. Ahí se observa una imagen ideal que está llena de filtros y arreglos, cuando, por el contrario, la imagen real es ‘muy disminuida’, lo que termina en una insatisfacción”, explica.
Y es que a raíz de este descontento, se generan estas conductas obsesivas que pueden dar paso a restricciones en la alimentación. De acuerdo a la especialista, cuando hablamos de trastornos alimentarios hay dos características centrales: la primera tiene que ver con los intentos controlados o repetitivos por manejar la alimentación, ya que todo trastorno alimentario empieza con una dieta debido al miedo intenso a ganar peso. Por otro lado, se encuentra un factor mantenedor que tiene que ver con la exageración de la importancia del peso o la figura en la autoevaluación.
“Ocurre un fenómeno llamado atención selectiva cuando hay sesgos en la atención, en donde se mira con excesivo detalle las zonas de insatisfacción corporal, lo que produce que estas partes se magnifiquen. Son los procesos cognitivos los que conducen a ver la realidad de otra manera, ya que no se genera información cuantitativa confiable porque las emociones están interfiriendo”, detalla la especialista. Además, estas conductas tienen repercusiones en el ánimo de las personas, que se relaciona con más angustia, ansiedad y miedo, las cuales finalmente producen que se eviten situaciones sociales y caer en acciones dañinas como el control de peso, dietas o ejercicio excesivo.
¿Cómo evitar estos controles? La psicóloga recomienda hacer consciente este tipo de comportamientos ya que muchas veces las personas no se percatan de ellas. “De la mano de eso, es importante psico-educar. A mis pacientes les pido que sean conscientes que el juzgarse a partir de la apariencia, el peso o la figura es inherentemente problemático, porque hay que entender que esos factores no están bajo nuestro absoluto control, que también están determinados fisiológicamente o por genética. Desde ahí es importante poder aprender sobre la diversidad de cuerpo. Es algo que debemos educar y tener consciencia social”, concluye.
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