¿Cómo saber si estamos listas para una relación?
“Solo podrás encontrar el amor una vez que te ames a ti misma”. En estos tiempos en que el amor propio se ha ponderado –probablemente– como nunca antes en la historia de la humanidad, al menos en la conversación pública, es probable que esta frase la hayamos escuchado más de una vez. Y aunque ignora el hecho de que la autopercepción y el autoestima muchas veces conllevan un trabajo importante para romper con la propia historia y al mismo tiempo con los mandatos sociales, su sentido primordial apela a algo que parece tener lógica: que nuestra capacidad para ser conscientes de nosotros mismos, está directamente relacionada con nuestra disposición para el amor.
Así lo explica Clarissa Silva, una científica estadounidense que se ha dedicado a investigar el comportamiento. Dice en una entrevista publicada en Elite Daily, que no es realista exigir que ames cada aspecto de ti misma, pero podría ser realista exigir lo que mereces en una relación y no conformarte. “La autoconciencia es una de las claves del proceso de toma de decisiones de nuestra relación. Cuando seas consciente de ti misma, encontrarás lo que aceptas para ti y lo que te ayuda a decidir a quién, cuándo y cómo amar”, explica. Agrega que la falta de autoconciencia puede llevarnos a aceptar una relación o un amor que es menos de lo que merecemos.
La psicóloga Loreto Vega coincide: “Se ame o no a sí misma, cualquier persona tiene el derecho a generar vínculos, a recibir apoyo y contención de sus amigos y su entorno, incluso a tener relaciones sexoafectivas. Sin embargo es probable que éstas últimas no sean del todo satisfactorias si no existe en ella el amor propio. Y es que cuando te amas a ti misma, te conoces y aprecias quién eres, al mismo tiempo eres capaz de identificar si una persona es adecuada para ti y entonces, iniciar una relación de apoyo profundo con una pareja”. Dice también que el hecho de que reconozcas que te amas a ti misma tampoco significa que necesites una relación romántica para completarte. “Algunas personas están más felices de no estar comprometidas porque consideran que sus amigos y familiares son los únicos vínculos que realmente necesitan. Una pareja romántica puede ser una adición a un ecosistema social saludable que ya funciona y en ese sentido, tener una relación sexoafectiva podría mejorar nuestra vida, siempre y cuando no sintamos que la estructura se derrumbaría si no estuviera”, agrega. Tiene que ver con no perder de vista que somos nuestro propio contenedor emocional.
Desde ahí, Clarissa Silva plantea que existen ciertas señales que nos indican qué tan preparadas estamos para comenzar una relación. Una de ellas es ser honestas con nosotras mismas al punto de saber qué deseamos realmente cuando nos vinculamos con alguien. “Tener la suficiente coherencia hacia nuestros deseos como para no conformarnos con otra cosa. Y al mismo tiempo, responsabilizarnos de nuestros defectos, porque amarnos a nosotros mismos no significa vanagloriarse de las propias virtudes, ni menos enterrar con vergüenza todos nuestros defectos para no tener que enfrentarlos nunca. Todo lo contrario: amarnos de verdad significa ser conscientes de nuestras fallas, aceptarlos y esforzarse activamente para mejorar. Una actitud que resultará fundamental para una futura buena relación”.
Aceptar el pasado también es clave para comenzar un vínculo. “Muchas personas llevan un gran peso, que es su pasado, sobre todo si las relaciones anteriores no han funcionado como esperaban. Esto es un lastre que, con toda probabilidad, tendrá su eco en cualquier futura relación. Pero es necesario entender que el fracaso no es un estigma, todos lo hemos sufrido. Aceptarlo y entenderlo como parte del crecimiento es crucial para tener nuevas y mejores relaciones”, dice la experta. Y por último plantea que es necesaria la individualidad. “Muchas personas cuando están en pareja se acoplan, en esta idea de la media naranja que se completa una vez que se encuentran, pero ese es un peligro. Si no te conoces lo suficiente como para saber qué cosas amas hacer, seguramente te agarrarás como una garrapata a una posible pareja. Una carencia de autonomía muy tóxica. Por eso, y antes de dar el paso, es bueno asegurarse de que disfrutas del mundo por ti misma, para no convertir a tu futura pareja en un salvavidas. Esa presión asfixiante nunca termina bien”, concluye.
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