¿Cómo te has sentido en un canal grande? A ti te postergaron tu programa y, finalmente, te cambiaron de horario…

Cuando tomé la decisión de venirme a TVN tenía claro que cosas así podían pasar, pero también depende de uno. Yo soy bien agujón en eso y me meto en todo el proceso de un programa. Me lo tomé internamente como un aprendizaje, dije "Voy a pasarlo bien, voy a pasarlo mal, voy a tener momentos difíciles". Finalmente todo ha sido mucho mejor, ahora estoy feliz con mi A/Z horario trasnoche.

Yo siempre dije que tu programa debía ser de noche.

¡Ajá!

Parece que me escucharon. Y también le dije a alguien de tu programa que cuando estés enfermo, feliz te reemplazo.

¿En serio?

Sí, feliz. Pero no lo tomes como un serrucho.

Nooo, ahora, igual es complicado el horario nocturno.

¡Ay, te dio susto!

¡Te digo Monse que no es tan fácil!

Pero hay un problema. Aldo Schiappacasse te salió al camino.

Sí, con A tu vida le falta Aldo.

A tu vida le sobra Aldo, en este caso. Qué lata que justo no había nada en la televisión y ahora hay que elegir entre Aldo y tú…

Yo lo veo como algo positivo, ha costado tanto que la televisión corra el riesgo de hacer programas de conversación en el trasnoche, que mientras más, mejor. Que Aldo haga lo suyo, que en el cable esté Julio César y que nosotros estemos haciendo algo parecido en TVN, al final los que ganan son los que ven la tele. Tienen más dónde elegir: noticias, minas con poca ropa y programas de conversación como el nuestro.

¿Y qué pasa si te dicen que para subir el rating tienes que poner a una mina con poca ropa?

Hay fórmulas más ingeniosas para cautivar a la gente.

Vamos a lo verdaderamente importante: ¿cuál es el defecto que más deploras de ti mismo?

La impuntualidad. Es una cosa impresionante, me dicen Tardanzani. Te juro que no es de irresponsabilidad, pero es que algo me sucede, me demoro mucho…

¿No será mucho rato en el espejo, Ignacio?

No sé, no lo puedo controlar, con mi novia la cosa ya está…

¿Está en crisis por eso?

Sí, la intolerancia al retraso es extrema en este minuto. Es que sabes, el problema es que ella es muy puntual, la Carola (Varleta), que se fue meses al programa La Ruta con Astorga…

¡Qué miedo por ti! Hablemos de eso mejor. ¿Cómo fue que tu novia se fuera de viaje a la India con este verdadero símbolo del hombre wild que le gusta a muchas mujeres? ¿Tuviste muchas pesadillas con Astorga en esos meses?

En un comienzo no fue fácil asimilar la decisión, pero yo la apoyé todo el rato, porque era algo imperdible irse tres meses a la India profunda, a conocer un país lleno de contrastes, una cultura tan distinta. Yo le decía "Haces una teleserie y en diez años más no te vas acordar de qué teleserie era, de La Ruta te vas acordar toda la vida".

Y tú te vas acordar de Astorga toda la vida.

Si hubiese ido con Astorga hace diez años hubiera estado más preocupado, creo que él ya está mirando la vida de otra manera.

¿Estás diciendo que está muy viejo?

No, cómo se te ocurre, cómo se te ocurre. Pero, yo supongo, hay un rendimiento decreciente…

¿Cuántas veces en tu vida has tenido que recurrir al sicólogo o al siquiatra para lograr mayor equilibrio espiritual?

Lamentablemente he ido a una sola sesión en mi vida.

¿Y por qué te duró tan poco?

Porque me cuesta entrar en el juego, en eso de confiar en una persona que no conozco. Me cuesta entrar en eso de pagarle para que te escuche, y eso que tengo un hermano sicólogo.

Es que tú estás acostumbrado a que te paguen para que te escuchemos.

No, te pasaste ahí. ¿Tú dices que es un ejercicio de ego? Qué brutal eres.

Para calmar el nervio, ¿sexo, pisco sour, shopping o deporte?

Trote y sexo, por supuesto.

¿Con qué parte de tu cuerpo eres especialmente vanidoso?

(Silencio) Yo creo que el pelo.

¿Cuánto te costó encontrar el look que te gustara?

Fueron años. Anda dando vuelta una foto por ahí que descubrieron en la radio Zero donde yo figuraba con pelo hasta la tetilla, una especie de hippie extraño.

¿De chiquitito y de colegial eras mateo, nerd y antisocial o líder y chorito del curso?

Chorito difícil, porque en el colegio siempre gana el más grande y yo siempre fui flaquito. Lo mío siempre fue el poder de la persuasión, para evitar palizas, bullying. Gracias a que tengo un papá abogado, mi labia me ayudó a sobrevivir de mucha violencia escolar. Como era malo para la pelota, escuchaba música y empecé a poner música en los recreos, y eso, por efecto dominó, me ayudó a tener suerte con las chiquillas…

Ah, perfecto.

Pero no lo planifiqué, sino que mientras mis compañeros llegaban a clases todos hediondos por jugar a la pelota… Tú estabas limpiecito y olorosito. Y le podía regalar mix de canciones en cassette a la niña que me gustaba y quedaba como un campeón.

Oye, hablando de sexo, ¿qué cosa anula tu libido por completo?

El perro.

¿Qué? ¿Cuando ladra o cuando te mira?

Cuando –digamos– está demasiado cerca.

Ah, te encuentro razón.

Cuando tu pareja tiene un amor por su can desenfrenado, es difícil negociar.

¡Si está el perro en la pieza es como hacer el amor de a tres!

¡Espantoso! Es lo peor que te puede pasar, es lo más mata pasiones que hay. Y el perro como que observa, incluso cuando está lejos mira inquisidoramente.

Es impúdico, medio porno.

Es una cosa que no puedo soportar.

¿Y es una pelea constante?

He logrado negociar que por lo menos esté fuera de la cama