Consejos para cuidar la higiene de tu gimnasio en casa
Cualquiera que tenga una cuenta de Instagram se habrá dado cuenta de que, en tiempos de aislamiento, muchas personas han optado por llevar el gimnasio a la casa. Incluso aquellos que nunca han pisado uno en su vida. Y la verdad es que es una muy buena idea, pues hacer ejercicios es parte de una rutina saludable, ayuda a producir endorfinas y puede hacer que el encierro que implica la cuarentena o el aislamiento voluntario sea más llevadero. Lo que sí, es importante cuidar el higiene del espacio y los implementos para no lamentar problemas sanitarios en el largo plazo.
Para poder hacer actividades deportivas en la comodidad de la sala de estar, living o dormitorio, es básico tener un mat de yoga. Con él, se podrán realizar todos los movimientos que impliquen el contacto de espalda, abdomen, piernas y brazos con el suelo sin sufrir dolores ni lesiones a causa de ello. Es fundamental limpiar el mat después de cada ejercicio, tal como se haría con un mat de uso común en el gimnasio, porque no hacerlo puede llevar a infecciones a causa de hongos, virus y bacterias.
Para limpiar el mat correctamente, en Yoga Journal recomiendan, en primera instancia, hacer una solución con dos tazas de agua y una taza de lavalozas. Luego aplicar la mezcla sobre el mat con la ayuda de una esponja o paño húmedo. En caso de que el mat haya quedado muy mojado después del entrenamiento, la recomendación es sumergirlo en agua y detergente suave y lavarlo a mano con cuidado de no dañar la superficie.
La misma solución de agua jabonosa puede usarse en todos los implementos que se usen, como mancuernas y cuerdas para saltar. La idea es limpiar cualquier rastro de transpiración que haya quedado.
¿Pero qué pasa con el aire y la ventilación? En 2014, la Universidad de Lisboa publicó un estudio desarrollado al interior de gimnasios con el que demostraron que en las salas donde practicaban clases de aeróbica, los contaminantes en el ambiente, especialmente dióxido de carbono, alcanzaban niveles alarmantes. Aunque el dióxido de carbono no es necesariamente tóxico, sí puede producir fatiga y mareos, por lo que es preferible evitar su concentración en espacios cerrados.
Por su parte, el New York Times en su artículo The bad air in our gyms, recomienda trapear el piso en donde se practica deporte para evitar polvo suspendido, así como mantener el lugar lo suficientemente ventilado. Así el aire puede circular y el ambiente no se vuelve potencialmente nocivo para la salud.
Aunque se esté aislado en la casa, no se recomienda pasar del deporte a la cama directamente. Una rica ducha no solo relajará los músculos, sino que limpiará la piel, evitando la aparición de brotes acnéicos producto de la transpiración.
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