Consumo de alcohol y sustancias en cuarentena: “Silenciosamente se puede instalar un consumo problemático o una adicción”
El especialista en adicciones y psicólogo Vicente García-Huidobro, del centro Nuevo Norte Adicciones, entrega algunas recomendaciones para reconocer el consumo problemático de alcohol y otras sustancias –como la marihuana– y aclara cuáles son los riesgos de prolongar y naturalizar su consumo en un contexto en donde nos encontramos más vulnerables.

¿Se puede hablar de que ha habido un aumento del consumo de alcohol durante la cuarentena?
Es difícil de evaluar porque no existen estadísticas que lo confirmen. Por otro lado, se ha visto que hay una baja generalizada en las ventas de alcohol a nivel nacional, pero eso tiene que ver con que no ha habido eventos sociales y los bares están cerrados. Es importante recalcar que la gente sí está comprando, mucho por delivery, y según nuestra hipótesis y lo que hemos observado, sí ha habido un aumento de consumo durante la semana. Hay un porcentaje importante de personas que previamente tenían problemas de consumo y que están pasando la cuarentena solos, encerrados, con teletrabajo. En ellos se ha producido un incremento fuerte y lo hemos visto en pacientes. El punto esencial en esto es la presencia de terceros significativos, eso marca una diferencia. Tenemos también pacientes en tratamiento que, al estar pasando cuarentena con su familia, han bajado su consumo y ven esto como una semi internación, porque son pacientes que buscaban afuera de la casa, en los carretes o después del trabajo, la posibilidad de consumir sustancias y ahora han tomado más conciencia.
¿Cuáles son los riesgos de naturalizar el consumo en cuarentena?
Nosotros tenemos en general acotado el consumo de alcohol debido a rutinas que no nos permiten tomar en la oficina o a la hora de almuerzo, entonces lo dejamos más que nada para los fines de semana. Pero ahora estamos en una situación distinta, más vulnerables, con más ansiedad e incertidumbre y el alcohol funciona como un premio, asociado a cuando uno está más estresado o complicado. El alcohol es anestésico y siempre ha sido una forma de automedicación para calmar la ansiedad. Y no es negativo cuando es moderado. El tema es que en estos meses silenciosamente se puede instalar un consumo problemático o una adicción, y esto también con la marihuana. Se puede naturalizar la cerveza al almuerzo o la copa todos los días en personas que antes no tenían ese hábito. Y puede ser que el aumento de consumo quede circunscrito a este periodo de confinamiento, pero si continúa posteriormente hay que tener ojo. Es muy importante, en el periodo que viene ahora de desconfinamiento, volver a ajustar el consumo, bajarlo, que no se naturalice. Lo bueno es que la vuelta a la socialización va a ser gradual, entonces no habrá eventos masivos ni fiestas y los bares estarán más restringidos. Para las personas que antes presentaban problemas con las sustancias o que ahora han aumentado su consumo, es bueno que el retorno sea de a poco, da una cierta tranquilidad para hacer los ajustes.
¿Cómo se reconoce un consumo problemático y a qué señales hay que estar atentos?
Cuando empieza a traerme problemas a mí como consumidor, en mis actividades o a mis personas cercanas. Más que la cantidad o los síntomas, son los problemas que genera y aunque intento parar una semana y tener el control, luego vuelvo a retomar el consumo y comienzo a ver que no tengo toda la libertad que desearía. También puede pasar que se agrave una condición previa. En casos de consumo problemático, durante un tiempo prolongado, se pueden observar cambios anímicos, aletargamiento, cansancio, un peso en la vida, y uno puede pensar que está deprimido por algo, o que son las circunstancias que vivimos, y que por eso tomo más, pero en general son las mismas sustancias las que generan los síntomas. Con la marihuana se produce el síndrome amotivacional y la desconexión, que genera muchos problemas en la familia porque te desconectas de las personas. Hay que estar atentos a los signos de abstinencia. Muchos creen que la abstinencia son solo ganas apremiantes de consumo y tiritones, pero en general, en casos severos, es mucho más suave y disfrazada, como encargar al delivery un montón de botellas, salir y siempre llegar con alcohol, comentar constantemente, entre broma y broma, la ganas de fumar marihuana.
¿Qué recomiendas para abordar estas situaciones?
Es bueno acotar el consumo y asociarlo a momentos ricos específicos junto a otro, a una película, a un carrete por Zoom, restringirlo a un par de días a la semana. El tema es no naturalizarlo como el café que te acompaña en el día. Y en caso de ser familiar de alguien que está teniendo un consumo problemático, es esencial plantear el tema de forma no enjuiciadora, mostrar cómo está afectando al ambiente familiar y ver cómo reacciona la persona frente a la conversación. Si vemos que la situación se escapa de lo que podamos conversar, es bueno consultar a un especialista y que el tabú no gane, porque es difícil hablar de este tema. La familia tiene un rol muy importante y muchas personas que salen de la adicción es gracias a ella.
*Nuevo Norte Adicciones tiene un enfoque de tratamiento ambulatorio de las adicciones, sin acudir en primera instancia a la internación y con un trabajo integral junto al núcleo familiar. En sus redes sociales y página web comparten material psicoeducativo muy útil sobre cómo abordar los problemas con las sustancias de manera abierta y sin tabúes.
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