A principios de este mes, una clínica especializada en tratamientos de fertilización asistida en España, anunció que habían logrado inseminar de forma exitosa dos óvulos que hoy crecían como embriones sanos. ¿La particularidad? Estos embriones fueron inseminados utilizando un laptop y un control para videojuegos como principales herramientas y la organización sostiene que serían las primeras guaguas concebidas por robots.
Avances como el logrado por la clínica española permitirían hacer más eficientes los procedimientos en materia de fertilización asistida, disminuyendo considerablemente los costos y riesgos de tratamientos como la inseminación artificial o In Vitro. Pero, por otra parte, la premisa de niños y niñas creadas o criados por sistemas artificiales de inteligencia o IA de cualquier tipo, sin duda trae consigo miles de cuestionamientos.
Este éxito en la aplicación de tecnología a temas de concepción puede parecer impactante y levantar una serie de preguntas. Pero, sin duda, llevar tecnología de punta a la maternidad es un camino que estamos recorriendo y que ya ha abierto una amplia gama de beneficios. Tomás Vera, Ingeniero en Informática y PhD en ciencias con mención en computación, explica que la tecnología hoy está presente en todo el ciclo de vida y eso incluye la maternidad. Desde el apoyo a la concepción, hasta la adolescencia de los hijos. “Mucha de esta tecnología utiliza en algún grado Inteligencia Artificial en su funcionamiento para dar apoyo a los padres y en especial a las mamás”, explica el miembro fundador del Laboratorio de Inteligencia Artificial, Neuroderechos y Metaverso y Director de Innovación de Zenta Group.
Hasta hace poco tiempo, hijos creados —y criados— por máquinas, eran parte de la realidad solo en mundos de fantasía. Hoy, el cruce entre la Inteligencia Artificial, la maternidad y la crianza son inminentes. Aplicaciones como Fertility Friend, WomanLog, Cycles, Flo o Woom —que toman datos de temperatura, hábitos alimenticios, calendario menstrual, entre otros parámetros— y permiten ayudar a las parejas a concebir son ampliamente utilizadas hoy. “La inteligencia artificial en este tipo de aplicaciones tiene la capacidad de cruzar los datos y recomendar actividades, pautas de alimentación u horarios más apropiados para lograr el embarazo y han tenido muy buenos resultados”, comenta el especialista.
Pero quizás los avances más importantes tienen que ver con cómo hoy la IA se abre también un espacio durante el embarazo y luego la crianza de los hijos. “Ya existen varias aplicaciones que utilizan IA para proporcionar información personalizada sobre el embarazo y el cuidado del bebé”, explica Tomás Vera. Estas aplicaciones pueden ayudar a las mujeres embarazadas a realizar un seguimiento de su progreso, obtener consejos de salud personalizados y conectarse con otros padres. “Algunos ejemplos de este tipo de aplicaciones son Ovia Pregnancy, What to Expect y más localmente podemos usar Embarazo +, BabyCenter y Sprout. Estas app por ejemplo utilizan fotografías para predecir el tamaño del bebe y su crecimiento con inteligencia artificial”, comenta Tomás. Otras ayudan a las mamás con la alimentación y con solo una fotografía de los alimentos permiten hacer un seguimiento de su dieta para asegurar que se encuentra dentro de parámetros saludables para el embarazo.
Tras el nacimiento, la crianza apoyada por IA también es una realidad. “Existen monitores inteligentes que observan el sueño y movimiento del bebé. Estos dispositivos pueden alertar a los padres si se detecta algún problema con su respiración o ritmo cardíaco”, explica Tomás Vera. Y, a todo esto se le suman los asistentes virtuales para el cuidado de los hijos, que no solo facilitan las tareas de crianza, sino que la optimizan y aseguran. Mediante la IA los padres pueden acceder a información altamente especializada y certera. “Estos sistemas utilizan IA para responder preguntas comunes sobre la alimentación, el sueño y la salud del bebé. Por ejemplo, el asistente virtual de la aplicación Baby+ responde preguntas sobre la alimentación, la lactancia y el desarrollo del bebé y Cry Translator permite a los padres grabar cinco segundos del llanto entrega una posible interpretación o un motivo como hambre, sueño, malestar, estrés o aburrimiento”, explica Tomás. En base a esas respuestas, la propia app sugiere consejos y estrategias para abordar el llanto.
Es allí precisamente donde puede estar uno se los principales puntos de conflicto. Porque, por un lado es posible ver la IA como un aliado y coadyuvante en la crianza. Pero ¿qué pasa cuando es la propia IA la que decide el mejor curso de acción frente a una situación tan cotidiana como el llanto de un hijo? Para algunos podría parecer que estas formas de uso de IA en temas de maternidad cruza el límite y finalmente delega la crianza de futuras generaciones a la tecnología.
Tomás Vera explica que existen distintos mitos vinculados al uso de la IA en la crianza. Uno de ellos es que se trata de tecnología que aún no es segura para guaguas. “Esta puede ser una preocupación real, pero no solo de los productos que usan inteligencia artificial”, comenta. “La mayoría de los productos y sistemas que son diseñados con o que usan inteligencia artificial, son rigurosamente probados y certificados para garantizar su seguridad”. Otro de los puntos de aprensión comunes tiene que ver con el nivel de sofisticación de estas tecnologías. “Existe la creencia que la inteligencia artificial es demasiado complicada para los padres”, comenta Tomás Vera. “Algunas personas pueden sentirse abrumadas por la tecnología y pensar que la inteligencia artificial es demasiado complicada para ellos”.
Pero sin duda la creencia más preocupante y distópica cuando hablamos de IA y maternidad es la noción de que las madres pudiesen ser reemplazadas en la crianza. “Evidentemente el mito más importante es pensar que la inteligencia artificial podrá reemplazar a los padres en el cuidado del bebé”, comenta Tomás Vera. Y, efectivamente, con la automatización de tareas se levanta el cuestionamiento de cuánta tecnología es un apoyo y cuándo se vuelve un reemplazo. La psicóloga y Magíster en Psicología Clínica de la Universidad de Chile María José Gré Altermatt explica que cuando hablamos de utilizar la tecnología como un reemplazo, la frecuencia de uso es muy importante. “Si hay una frecuencia de uso alta, por ejemplo que se utiliza todos los días, más veces que la que los padres pueden interactuar con sus hijos y éstos empiezan a replegarse socialmente, evitan salir de casa o rehuyen el contacto visual, entonces estamos frente a una primera señal de alarma”, comenta la psicóloga.
La masificación de la domótica o tecnologías que permiten la automatización y el control inteligente del hogar sin duda contribuye a esta idea de que los padres podrían eventualmente ser reemplazados por herramientas digitales de cuidado y supervisión. “Aristóteles es el nombre con el que se le conoce al instrumental de IA que hoy se utiliza para la crianza”, explica María José. Una especie de Alexa parental capaz, entre otras funciones, de leer cuentos a los hijos y hablarles en otros idiomas.
El cruce entre la maternidad y la Inteligencia Artificial es una trama en desarrollo cuyo final se desconoce. Si bien se trata de herramientas con un enorme poder que todavía no podemos medir a cabalidad, sí podemos hacer un uso cuidadoso y responsable de ellas. María José Gré Altermatt explica que la incorporación de tecnología en la crianza debe ser mesurada y no puede abordarse como una suplencia. “Si la madre o el padre no han leído cuentos a sus hijos y sólo han dejado que la máquina lo haga por ellos, entonces no es una dinámica saludable”, comenta la especialista. “La idea es que la máquina no suponga un fin a la interacción parental con sus hijos sino que sea más bien un complemento”.