Datos Paula: recientes aperturas gastronómicas para quienes veranean en Santiago
1. Taquería casera
Cochinita Taquería abrió en modo marcha blanca la segunda semana de diciembre. Su principal característica es que hacen sus propias tortillas nixtamalizadas, una técnica milenaria que se originó en Mesoamérica y que se que obtiene al moler maíz que ha sido cocido con agua y cal. Se diferencian de las tortillas industriales por su textura, color, aroma y sabor.
Pero eso no es lo único que caracteriza este nuevo restaurante ubicado en Barrio Italia. Sus tres socios, que vienen de distintos rubros –uno de ellos había sido socio de la pizzería Olimpia en Providencia– pensaron en cada detalle y para eso estuvieron durante un año recuperando y restaurando una casa antigua que hoy los alberga y que destaca en el barrio por su fachada palo rosa; dos pisos con preciosos salones y una azotea ideal para esta temporada.
En la carta tienen clásicas tortillas mexicanas como la Quesabirria, birria con un mix de queso fundido servido con caldo; Cochinita Pibil, carne de cerdo marinada en especias con cebolla encurtida, cilantro fresco y gajos de limón; y otras opciones más jugadas como los tacos Papada Nikkei, una papada de cerdo agridulce que se cura con un poco de sal y azúcar y se cuece durante cinco o seis horas en soya, pisco y cinco especias chinas, y que luego en el taco se acompaña de rabanitos y pepinos encurtidos, y un poco de cebollín. Vale la pena probarlo.
En: Condell 1050, Barrio Italia.
Instagram.com/cochinitataqueria
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2. Amor por la carne
Motivado por su profunda admiración por la carne de calidad y el arte de asarla a la perfección, fue que el periodista Felipe Guerra el año pasado decidió cambiar de rubro, convocó a sus amigos parrilleros y en diciembre abrió su primer restaurant de carnes Kilú. Se trata de una propuesta gastronómica boutique, ya que es un restaurante monoproducto: la carne.
La carta es acotada pues se especializan en tres cortes excepcionales: costaleta de lomo vetado, costaleta de lomo liso y entrecot (T-Bone). Su concepto se basa en servir uno de estos cortes de carne de 1 kilo de peso junto a dos acompañamientos esenciales para una buena carne: papas fritas y mix de hojas verdes. Todo por un precio único ($42.900), para disfrutar de forma individual o compartir entre dos personas. “Nos inspiramos en algunos restaurantes de España y Francia, donde se trabaja esta lógica de producto único”, cuenta Felipe, y agrega: “Esta simplicidad en nuestra carta es parte de nuestro encanto; aquí, solo debes elegir tu corte preferido y el punto de cocción. Todo lo demás es pura celebración del sabor”.
En: José Manuel Infante 28, Providencia. (Se sugiere siempre reservar porque solo hay 42 sillas).
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3. Comedor de barrio
Huggo comedor abrió hace tres meses como un proyecto está inspirado en la cocina chilena y en los comedores antiguos de galerías. Ofrecen cocina chilena con producto local de pequeños productores nacionales, con una cocina de temporada donde lo que manda es el producto disponible.
Abren de martes a viernes de 10:30 a 18:00 hrs. y sábados y domingos de 10:30 a 16:00 hrs., por lo que su fuerte es el desayuno y almuerzo. Para eso ofrecen opciones como la churrasca con huevo de campo o la churrasca de lengua; y también platos más elaborados como un tártaro de pescado sobre rosti de papa camote condimentado con piña encurtida, pimentón y cilantro fresco; o la pesca del día sellada al sartén acompañada con cremoso de zapallo camote, terminado con mantequilla, alcaparra frita.
Por el momento no cuentan con patente de alcohol, aunque están haciendo los trámites para obtenerla.
En: Dr Luis Middleton 1698, Santiago.
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